Mexicali, BC., Una metáfora beisbolera fue la respuesta que el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó ante el compromiso suscrito por su futura sucesora, Claudia Sheinbaum, de mantener la actual línea en materia energética: ¡Me va a cepillar, va a ser muy buena presidenta!

Desde la fronteriza Mexicali, bajo un inclemente calor que alcanzó 46 grados, el mandatario afirmó estar contentísimo porque entregará la banda presidencial a una mujer que va a ser la mejor presidenta de los últimos tiempos en nuestro país.

Por cuarto fin de semana consecutivo, el jefe del Ejecutivo federal y la próxima mandataria encabezaron la llamada transición en terreno, ahora en Baja California.

En sintonía con las políticas obradoristas para rescatar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Sheinbaum garantizó que su gobierno mantendrá el fortalecimiento de esta paraestatal.

En la nueva Central de Combustión Interna Mexicali Oriente de la empresa productiva del Estado –que forma parte de los proyectos para atender la histórica demanda de energía eléctrica en Baja California y entidades vecinas–, Sheinbaum destacó que el pasado 2 de junio, millones de mexicanos manifestaron su deseo de mantener el movimiento de transformación.

Por eso hablamos del segundo piso de la Cuarta Transformación, de continuidad en la visión, y nos va a tocar seguir fortaleciendo a la CFE, avanzar todavía más en el sistema eléctrico nacional, subrayó.

Ante el mandatario federal, trabajadores y directivos de la CFE, encabezados por su director general, Manuel Bartlett, la próxima presidenta tomó la palabra en un tema en el que es experta: energía. Destacó la labor de los empleados, a quienes se refirió como héroes de la patria por sumarse a la política de mantener a la empresa como eje fundamental del Estado mexicano.

Si bien, dijo, en 2013 el régimen del pasado logró modificar la Carta Magna en su intención por privatizar el sector energético del país, para 2018 el pueblo dio su confianza al movimiento de transformación, que dio un viraje de 180 grados y ha apostado por una política de rescate y fortalecimiento de las firma nacionales de este sector.

Sheinbaum agradeció la generosidad de López Obrador para personalmente explicarme lo logrado en casi seis años, que en realidad yo lo catalogo como una hazaña histórica del gobierno de la República y del pueblo de México.

Por su parte, el Ejecutivo señaló que al llegar a la Presidencia ordenó el rescate de la CFE, pues en el pasado el plan era otro: la privatización.

Son dos lógicas distintas; lo privado va, en el mejor de los casos, por la utilidad, la ganancia, y en el peor, por el lucro y el saqueo, y lo público es distinto, porque tiene que ver con lo social, con la justicia.

Subrayó que hoy se viven tiempos nuevos, y agradeció a los trabajadores de la CFE, porque sin ustedes no hubiéramos avanzado en el propósito de rescatar esta empresa pública, esta empresa de la nación.

Más tarde, ambos encabezaron una reunión privada en la planta fotovoltaica de Puerto Peñasco, Sonora, la que será las más grande en su tipo de América Latina.

El fin de semana, la transición en terreno verificará los planes de justicia para las etnias seri y yaqui.