La presidenta del Senado, Ana Lilia Rivera, rechazó que pretenda repetir en ese cargo en el primer año de la próxima legislatura que inicia el próximo primero de septiembre, como algunos de sus compañeros de bancada lo han planteado.

No. No. Creo que yo he cumplido con un ciclo que me correspondió en esta legislatura y hay que dar oportunidad a nuevas compañeras y compañeros que asuman esta responsabilidad, respondió en entrevista, después de la ceremonia solemne en la que se colocó en el Muro de Honor del Senado una leyenda en reconocimiento de los pueblos indígenas y afroamericanos.

Destacó que el próximo 30 de agosto concluye su gestión como presidenta del Senado y está lista para contribuir los próximos seis años en el impulso de las reformas necesarias a fin de que se consolide la Cuarta Transformación.

Ya cumplí con ese encargo y estaré con mucha disciplina y humildad donde me corresponde.

Rivera, quien ganó la senaduría de mayoría en Tlaxcala el pasado 2 de junio –en fórmula con José Antonio Álvarez Lima– comentó que ella estará siempre donde pueda colaborar y ser útil al movimiento de regeneración nacional y al país.

Cuenta ahora, agregó, con el aprendizaje en los últimos seis años, primero como presidenta de la Comisión de Puntos Constitucionales y desde septiembre de 2023 como líder de esa Cámara, por lo que en su nuevo periodo como legisladora llega con la experiencia adquirida.

A Rivera le tocó estar al frente del Senado en un año particularmente difícil, en que se aprobaron reformas controvertidas, como las modificaciones a la Ley de Amparo, a fin de evitar que jueces y magistrados puedan suspender leyes aprobadas por el Congreso antes de concluir el juicio respectivo, o la nueva ley sobre pensiones del bienestar.

A partir de mayo ha presidido la Comisión Permanente, en medio de la confrontación constante de la oposición con Morena debido al proceso electoral. De cualquier forma, consideró que ha sido una gran oportunidad dirigir a ese órgano del Congreso.