Desde febrero se realizan trabajos de demolición a puerta cerrada en la vieja casa de planta baja y dos niveles ubicada en la calle Astrónomos 53, colonia Escandón, en Miguel Hidalgo, de la que fueron desalojadas de manera violenta y sin ser notificadas nueve familias; sin embargo, a casi cinco meses, el personal a cargo de la obra no exhibe en el inmueble y se niega a mostrar a los vecinos la documentación relativa a la publicitación, las manifestaciones de construcción o demolición, por mencionar algunos de los trámites.

En el inmueble fueron retirados los ventanales del primer piso para colocar tapiales de triplay, así como una lona en la que se anuncian contrataciones para una empresa de seguridad privada, lo que a decir de los residentes viola el uso de suelo, que es habitacional.

Desde el 9 de febrero, fecha en la que ocurrió el desalojo, hay en el inmueble un elemento policiaco y una patrulla del cuerpo de guardias Valle Cuautitlán del estado de México, del que los vecinos desconocen si tiene atribución para permanecer en la vía pública, porque también se les negó mostrar el permiso para permanecer en la zona.

Entrevistados frente a la casa de Astrónomos 53, los quejosos mencionaron que los trabajos de demolición pueden provocar afectaciones estructurales a los inmuebles vecinos.

Citalli Gómez, quien habita en el número 55 de esa calle desde hace 41 años, y cuyo edificio data de 1944, relató que los martillazos empiezan a las siete de la mañana y concluyen alrededor de las 20 horas; denunció que ha sido amedrentada por los sujetos que permanecen en el viejo inmueble, del que han sacado cascajo que cargan en varios camiones de volteo sin realizar los acordonamientos de protección civil.

Erik Álvarez, quien vive en la misma calle, mencionó que el miércoles solicitaron los permisos a los encargados de la obra, pero sospecha que hay colusión con las autoridades, ya que quienes te atienden te dicen que lo veas con el director jurídico de la alcaldía, César Garrido.

Leticia Magallanes, representante vecinal, ayer tocó nuevamente a la puerta del número 53, después de que salió el policía que hizo llamadas telefónicas; llegó una mujer que dijo ser representante de la inmobiliaria Cavataz, que no existe en Internet, pero primero se negó a mostrar los documentos porque estaban en la oficina, pero luego dijo que los tenía en su casa.

Al final llegó otro sujeto que desconoció a la mujer, pero tampoco mostró los documentos a los vecinos, porque no son autoridad.