Kingston. El huracán Beryl sacudió ayer la costa sur de Jamaica con peligrosos vientos y marejadas tras causar al menos siete muertos y daños considerables en la zona sureste del Caribe.

El ojo del huracán, de categoría 4, la segunda más alta de la escala, aún no había tocado ayer la costa de Jamaica, pero se preveía que lo hiciera anoche o en las primeras horas de hoy. También se teme que se acerque o incluso toque tierra en las islas Caimán, según informó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.

El número de muertos por el poderoso huracán se elevó a nueve, pero se espera que aumente a medida que las comunicaciones vuelvan a funcionar en islas dañadas por inundaciones y vientos mortales.

Todo está destruido, no hay nada más en Palm Island, expresó Katie Rosiak, directora general del Palm Island Resort en San Vicente y las Granadinas, una de las zonas más afectadas del Caribe oriental.

La pérdida de vidas y los daños causados por Beryl subrayan las consecuencias de un océano Atlántico más cálido, que los científicos citan como una señal reveladora de un cambio climático. Inusualmente temprano, el huracán se fortaleció a un ritmo récord.

El efecto de Beryl se hacía anoche cada vez más fuerte mientras los residentes esperaban ansiosamente su impacto total.

No estábamos cómodos. No pudimos dormir normalmente con el viento y el agua. Mucha gente durmió en el patio, declaró Pouchon Jean-François, que vive en un campamento improvisado en Puerto Príncipe.

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, resultó herida antier mientras inspeccionaba un área al sur del paso del huracán luego de que el río Manzanares, en el oriental estado venezolano de Sucre, se desbordara, informó el presidente Nicolás Maduro. Rodríguez reapareció ayer y agradeció las muestras de solidaridad.

Maduro confirmó que tres personas habían muerto y cuatro estaban desaparecidas en ese estado del extremo oriental del país, con más de 8 mil viviendas afectadas por las lluvias torrenciales. Al menos 400 casas quedaron destruidas.

Beryl, el primer huracán de la temporada atlántica de 2024 y la tormenta más temprana registrada en alcanzar la categoría más alta en la escala de cinco etapas de Saffir-Simpson, derribó líneas eléctricas y provocó inundaciones repentinas en islas más pequeñas.