La imagen de Busi Cortés y flores blancas fueron colocadas frente a las butacas en la sala 7 de la Cineteca Nacional, donde se rindió homenaje póstumo a la cineasta, guionista y documentalista, que convocó a infinidad de personas que saturaron el recinto para presenciar la emotiva ceremonia dedicada a la arrojada pionera del cine de mujeres.

Sobre Luz Eugenia Cortés Rocha, quien falleció el pasado 21 de junio, se recordó su lucha por abrir espacios al género femenino en la industria fílmica nacional; haber sido la primera egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC) con una ópera prima (El secreto de Romelia, 1988) con la que obtuvo un Ariel; su incansable lucha por la inclusión y la equidad de género, así como por su invaluable generosidad e inspirar a nuevas generaciones.

A la ceremonia asistieron la familia de la realizadora, además de Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional; María Novaro, titular del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine); Armando Casas, presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (Amacc); Alfredo Loaeza, quien dirige el CCC, y Cristina Prado, titular de la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión. También asistió parte del elenco de El secreto de Romelia, como Diana Bracho, Arcelia Ramírez y Nuria Montiel, entre otros miembros de la comunidad fílmica.

Luego de la proyección de un video, se escuchó a Busi Cortés hablar sobre su ópera prima: Esta película tuvo mucha estrella desde su origen, y debuta el CCC como productor de cine industrial. Originalmente no podía producir cintas de largometraje, pero dada la crisis que se vivía en ese momento, en 1988, fue posible implantar este sistema de coproducción que ha enriquecido al cine mexicano actual.

María Novaro recordó que ella y Busi tuvieron vidas paralelas y confluyeron generacionalmente en diversos momentos: Éramos dos jóvenes mujeres que incursionábamos en el mundo industrial del cine por primera vez, contra viento y marea, con muchas dificultades.

Mundo de hombres

Cortés “fue una crítica feroz y hablamos horas interminables de lo difícil que fue para ambas ingresar en ese mundo de hombres. Hablábamos muy cariñosamente de los hombres que nos ayudaron, que siempre los hubo, pero muy enojadamente de quienes quisieron meternos el pie para hacernos tropezar”.

Alfredo Loaeza rememoró: Fue una de mis primeras maestras, que también me acompañó en distintos momentos de la vida, incluso después, impulsándome para terminar dirigiendo el CCC. Siempre me sentí acompañado por Busi y su trayectoria es testimonio de esa fuerza, de esa mirada, de esa dedicación.

Armando Casas señaló que Cortés, quien recibiría el Ariel de Oro el próximo 7 de septiembre en Guadalajara, Jalisco, se mostró contenta por haber recibido esa noticia. Busi, igual que María Novaro, representan una generación que abrió brecha para vivir este tiempo. Estas mujeres tan importantes son punta de lanza del trabajo que hacemos.

Cristina Prado aseveró que las integrantes de la Asociación de Mujeres en el Cine y la Televisión estaban presentes en la sala “acompañando en este homenaje a una mujer que abrió camino, que dejó la senda para que muchas realizadoras, profesoras y promotoras del cine sigamos adelante dando esta gran lucha… Hoy esta asociación no tendría el poder y el espíritu que tiene si no fuera porque Busi siempre estuvo pendiente de sus problemáticas, de lo que necesitaba cada una de las mujeres y daba sus recomendaciones”.

Cristián Calónico, titular del Fideicomiso para la Promoción y Desarrollo del Cine Mexicano en la Ciudad de México, al igual que Arcelia Ramírez, Diana Bracho y Nuria Montiel, subieron al estrado para recordar momentos que vivieron con la homenajeada, tanto profesional como personalmente.

El músico José Amozurrutia, esposo de la realizadora, y su hija Alina se refirieron a la prolífica trayectoria y vida de la cineasta detrás de las cámaras, quien también tuvo proyectos de largometrajes truncados, los cuales soñó concretar, pero vio derrumbadas sus iniciativas.

A la par que veía obstaculizada su carrera como directora de largometrajes (lo que sin duda siempre soñó), en esa misma medida crecía en generosidad para apoyar los proyectos de otras personas y la realización de otras mujeres, justamente porque sabía cómo costaba levantar un trabajo. Ella nunca claudicó ni del cine ni del trabajo en equipo, puntualizó Alina Amozurrutia Cortés.

Luego de una emotiva ceremonia con aplausos para Busi, se proyectó El secreto de Romelia, cinta emblemática de una mujer reflexiva, meticulosa, serena, apasionada, sonriente, valiente directora, que enseñó a ver la vida con complicidad y dejó un legado enorme, pero un gran vacío con su ausencia física.