Al cierre de abril, la inversión fija bruta en México extendió su avance, con la construcción como el principal motor, mientras el consumo privado tuvo un retroceso, debido sobre todo a la disminución del gasto en bienes nacionales, revelaron cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

La inversión fija bruta –que comprende la adquisición de maquinaria, infraestructura y tecnología para el proceso productivo– aumentó 0.9 por ciento en abril, respecto al mes anterior. La inversión en construcción creció 1.6 por ciento, impulsada por el avance de 1.8 por ciento en la no residencial y de 1.4 por ciento en la residencial. Sin embargo, la inversión en maquinaria y equipo disminuyó 0.8 por ciento.

Por otro lado, el consumo privado cayó 0.9 por ciento respecto al mes anterior. Esta disminución se debe principalmente al consumo de bienes nacionales, que bajó 2 por ciento, seguido por una caída de 0.7 por ciento en los importados.

En comparación con abril de 2023, la inversión –que representa cerca de 20 por ciento del producto interno bruto (PIB)– experimentó un incremento de 10.5 por ciento, destaca un crecimiento de 13.5 por ciento en el sector de la construcción. La inversión en maquinaria y equipo aumentó 5.3 por ciento.

La inversión fija bruta mantendría un crecimiento moderado derivado de la construcción no residencial, pese a que este rubro ha moderado su ritmo, y la importación de equipo de transporte, prevé el área de análisis de Valmex.

Por otro lado, el consumo privado cayó 0.9 por ciento respecto al mes anterior, luego de tres meses al hilo de reportar crecimientos, según cifras desestacionalizadas. Esta disminución mensual se debe principalmente al consumo de bienes nacionales, que bajó 2 por ciento, seguido por una caída de 0.7 por ciento en los bienes importados. El descenso fue parcialmente compensado por un aumento de 0.1 por ciento en el consumo de servicios nacionales. 

Señales mixtas

En términos anuales, el consumo privado registró un incremento de 3.4 por ciento, menor al 5.9 por ciento anual del mes previo, impulsado sobre todo por el consumo de bienes importados, que creció 20 por ciento, debido a la apreciación del peso. En menor medida, también contribuyó el incremento de 2 por ciento en el consumo de servicios nacionales, mientras el consumo de bienes nacionales descendió 1.6 por ciento. El consumo privado representa dos tercios del PIB.

En el segundo trimestre, el mayor gasto social (usual en cada año electoral) y el bajo desempleo, seguirán impulsando el consumo, describió Iván Huerta, analista económico de Ve por Más. Meses después, la variable perderá tracción, debido a que la inflación bajará y la tasa de interés se mantendrá elevada, restringiendo el poder adquisitivo de los hogares y el acceso al crédito. Finalmente, la desaceleración económica se traducirá en una menor generación de empleo.

En abril se observaron señales mixtas en la demanda interna. Por el lado del consumo algunos pilares como remesas en pesos se han debilitado y el gasto del gobierno debería disminuir pasadas las elecciones, pero el mercado laboral se mantiene sólido. Por el lado de la inversión, las obras del gobierno van finalizando, altas tasas de interés e incertidumbre se verán reflejados en un menor dinamismo, explicó el área de Estudios Económicos de Citibanamex.