Martes 2 de julio de 2024, p. 21
José Raúl Mulino asumió ayer como presidente de Panamá decidido a detener la migración irregular por la jungla del Darién, con ayuda económica de Estados Unidos, con el que suscribió un memorándum de entendimiento con el fin de cerrar la frontera que cruzan cada año 500 mil personas. No indicó cuándo arrancará esa operación ni cómo. Más tarde, Washington comunicó que se encargará de cubrir costos de vuelos y logística de repatriación. La mayoría de migrantes provienen de Venezuela, Ecuador, Colombia y China. El otro reto para el nuevo gobierno es la reactivación económica dependiente del Canal de Panamá, que a la fecha sufre una crisis de falta de agua que limita el arribo de buques mercantes.