Cinco meses después de que fue detectada la primera de tres tomas clandestinas en Gustavo A. Madero, autoridades capitalinas y de Pemex realizarán un estudio de remediación del suelo para determinar cuánto está contaminado y debe sustituirse en las colonias Unidad Habitacional Narciso Bassols, CTM Aragón y Cuchilla del Tesoro, informó la secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa.

Luego de una reunión con vecinos a puerta cerrada, donde muchos se salieron por seguir engañándonos, ya que no han hecho nada para acabar con el olor a combustible, señaló que a la paraestatal le corresponderá contratar a la empresa para realizar los trabajos.

Este martes vamos a ver con Pemex y el jefe de Gobierno, Martí Batres, quien llevará esa reunión en las instalaciones de la paraestatal, si ella puede en este momento contratar ese estudio, ver el tema del ducto y cómo vamos a funcionar con eso, manifestó.

La funcionaria señaló que el viernes pasado se detectó un acto vandálico en avenida 604 que intentó ser una toma clandestina, pero al hacer el hueco se derramó combustible. Ya quedó totalmente cerrada, pero son ya entre cuatro y cinco actos de este tipo.

Pemex cortó de manera inmediata el flujo de combustible de la terminal de Azcapotzalco hasta el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y le tocará definir cómo lo suministrará a la terminal aérea, ya sea por medio de pipas o de otra forma”, dijo.

Ante los gritos de vecinos de ¡solución!, explicó que dicho líquido, al salir contamina el suelo y éste toma olor con la lluvia o con temperaturas altas, pero se han logrado clausurar ya tres tomas clandestinas que se descubrieron en febrero, abril y mayo.

Con el estudio de remediación, puntualizó, se sacará la tierra contaminada y se tomarán muestras hasta que salga cero, para llenar nuevamente con tierra nueva y sana, y la mala se enviará a un confinamiento, como Venta de Carpio.

Por eso no se puede cambiar el suelo todavía, por eso sigue el aroma, pero ya estamos llegando a decisiones para terminar de una vez por todas con esto. La turbosina que lleva el ducto no es flamable, por lo que no hay posibilidad de que esto estalle, aseguró.

Habitantes de dichas colonias afirmaron que el olor a combustible continúa y existe riesgo de una explosión, por lo que han puesto en venta sus casas a un precio menor respecto del mercado, porque no queremos morir por una negligencia de las autoridades.

Este martes y jueves, dijeron, se reunirán con autoridades y el lunes se les dará un informe de los trabajos realizados, que sólo han sido echar agua, pues no ha habido cambio de tierra, como aseguró la gente de Pemex el 24 de junio.