Proteger el Centro Histórico es una tarea de todos, advirtió María Adela Alonso Domínguez, vicepresidenta de Turismo de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco CDMX), al referirse al incontenible aumento del comercio informal y la expansión del mercado chino en el Centro, donde se les permite todo.

Para mí el Centro Histórico es la joya de la corona, el emblema de la ciudad, y creo que para la mayoría de los citadinos y los visitantes de otras partes del país y del extranjero, indicó.

No sobra recordar que en el centro de la ciudad se encuentran tesoros del arte arquitectónico y la historia de nuestro país, como la Catedral Metropolitana, el Palacio Nacional, el Palacio de Bellas Artes y la Plaza Mayor, entre muchos otros espacios, apuntó.

De hecho, se han realizado grandes esfuerzos para mantener la dignidad de este espacio.

El Centro Histórico es lo más bonito que tiene la ciudad y debe conservar sus calles peatonales y todas las cosas buenas que se han hecho; el comercio es para los mexicanos y la gente de la capital, y los extranjeros pueden venir, pero deben respetar las reglas de la ciudad, indicó.

Tiene que haber una policía del Centro Histórico y si se infringe una regla tendría que haber consecuencias, apuntó.

La Canaco CDMX nota como el comercio local no puede hacer carga y descarga indiscriminadamente en las calles y banquetas, pero el comercio chino sí lo lleva a cabo.

Recientemente, José de Jesús Rodríguez Cárdenas, líder de este organismo empresarial, declaró que el Centro Histórico está siendo tomado por los chinos, recordó.

El dirigente de este organismo empresarial detalló que 17 edificios en calles como la de las novias ya pertenecen totalmente a los chinos, que cargan y descargan; tienen permiso para todo.

María Adela Alonso Domínguez, también directora de ventas del hotel Benidorm, agregó que lo chino siempre va a ser mucho más barato que lo mexicano.

Esto, porque lo nuestro es artesanal y de mejor calidad y lo de ellos se produce en serie.

Otro tema es saber de dónde vienen tantas toneladas de mercancía china, cómo las dejan pasar y andar con sus carritos.