México es uno de los países donde se producen drogas sintéticas a gran escala en el mundo, de acuerdo con el Informe Mundial sobre las Drogas 2024 de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

El reporte presentado ayer ubica a México como el mayor fabricante de metanfetaminas del continente americano y lo pone en el grupo de otros grandes productores de enervantes sintéticos, como Myanmar, Afganistán y Siria, en los que el estado de derecho es débil.

Aunque la metanfetamina puede fabricarse en muchos países, la producción a gran escala sigue concentrada en unos pocos focos geográficamente limitados en los que el estado de derecho es débil, principalmente en Myanmar y naciones vecinas, así como en México, donde cantidades significativas de la metanfetamina son suministradas a los dos mayores mercados de Asia oriental y sudoriental, y a Améric, señala el informe.

Destaca que en la última década se ha registrado un significativo incremento en el número de personas en tratamiento por trastornos debido al consumo de esa droga en América del Norte, incluido México.

El reporte advierte que la acción de los cárteles mexicanos ha incidido en el aumento de la violencia en otras regiones del mundo, como Ecuador, que ha sufrido una oleada de violencia letal en los últimos años relacionada con grupos delictivos locales y trasnacionales, sobre todo de México y los Balcanes.

Apunta que el surgimiento de nuevos opioides sintéticos y de una oferta y demanda sin precedente de otros enervantes ha agravado las repercusiones del problema mundial de las drogas, provocando un aumento de los trastornos por consumo y de los daños ambientales.

Indica que el número de personas que usan drogas en el mundo se elevó a 292 millones en 2022, lo que representa un aumento de 20 por ciento en 10 años. La cannabis sigue siendo la de mayor consumo en todo el mundo (228 millones de usuarios), seguido por opioides (60 millones), anfetaminas (30 millones), cocaína (23 millones) y éxtasis (20 millones).

Los nitazenos, opioides sintéticos que pueden ser incluso más potentes que el fentanilo, han surgido recientemente en varias naciones de renta alta, lo que ha provocado un aumento en las muertes por sobredosis.

Si bien alrededor de 64 millones de personas en el mundo sufren trastornos por el consumo de esos enervantes, sólo una de cada 11 recibe tratamiento. Las mujeres tienen menos acceso al tratamiento que los hombres: solo una de cada 18 con trastornos por el uso de enervantes recibe apoyo en comparación con uno de cada siete hombres.

En 2022, se estima que 7 millones de personas tuvieron algún contacto formal con la policía (arrestos, amonestaciones, apercibimientos) por delitos relacionados con las drogas, de los cuales cerca de dos tercios se debieron al uso o a la posesión para su consumo. Además, se procesó a 2.7 millones por delitos relacionados con ese delito y más de 1.6 millones tuvieron una sentencia en todo el mundo en 2022, aunque hay diferencias significativas entre regiones en cuanto a la respuesta de la justicia penal ante el problema.