A la edad en que la mayoría tiene sus primeros acercamientos a la composición, tres adolescentes tampiqueños editaron Guácharo, su disco debut, poblado de matices y pleno en expresividad.

El trío Delirio está integrado por Ari en batería, David en guitarra y Lía en el bajo y son el contraejemplo para cuando los adultos desconfían de los artistas cachorros.

Es tentador afirmar que el disco justifica las desaventuras de los tres jóvenes en la prepa para conseguirlo. La bajista Lía cuenta los periplos del grupo: “Yo sigo en esta escuela, pero a David y Ari los sacaron ya, no aguantaron tanta rebeldía. Nos conocimos en una preparatoria de música y artes súper libre, que está en la Universidad Autónoma de Tamaulipas; éramos niños de 14 o 15 años entrando a una universidad. Fue un golpe aprender a tomar decisiones, teníamos demasiada libertad y horizontes. Decidimos que queríamos grabar. Eran días donde decíamos: ‘no, pues ya tomamos las primeras dos clases; entonces, las siguientes ya no’.

“Como la casa de David queda cerca nos íbamos y regresábamos. Había semanas donde no nos presentábamos a clases, excepto una al día, para seguir grabando. Era necesario, de otra manera no se iba a grabar completo. También nos gustaba bastante ir a la playa y salir en general. Eso nos trajo consecuencias: una vez nuestra baterista Ari estaba en casa de David, y cuando su mamá llegó a buscarla a la escuela, no estaba; ahí tronó y la dieron de baja… Así terminamos de grabar el Guácharo: con escapadas, pero muy felices, nada arrepentidos, eso no ayuda a cambiar nada.”

No llevó mucho tiempo desde que los integrantes de Delirio se saludaron por primera vez hasta que formaron el grupo: Nos conocimos en el primer semestre, en la segunda parte de 2022; ahora estamos en cuarto o quinto semestre. Fue un clic instantáneo porque cada uno tocaba el instrumento necesario para una banda, pero primero nos hicimos muy amigos. Teníamos otro integrante llamado Gael, pero por problemas se tuvo que ir. En las presentaciones en Ciudad de México nos va a acompañar en teclados Cristian, mi novio. Seguimos buscando un cuarto integrante.

La pandilla

Lía describe Tampico: Tenemos la playa de Ciudad Madero, aunque hay pelea entre los ciudadanos de Madero y Tampico para saber de dónde es, pero no veo porqué catalogarla. También tenemos la Lagu-na del Carpintero, que no estoy diciendo que esté lindo allí, porquegracias a la presidencia han quitado muchos árboles y han puesto comercios; sólo lo hacen para atraer turistas y se descuida muy feo. Pero el centro está bonito. Ahora estamosinundados por la lluvia, pero un día normal es muy caluroso. Tenemos aquí una banda amiga muy buena que vuelve a los adolescentes frenéticos, se llama Protocolo Postergado, tiene una sesión editada y dentro de poco van a sacar su álbum.

Los gustos de Delirio son bien variados: “A mí me gusta la música ambiental, el rock progresivo, el sicodélico, la no wave y la new wave, también cualquier música con sintetizadores ambientales. A David le gusta el Free Jazz y el postpunk, y a Ari lo que a nosotros, es que somos una comunidad de tres personas”.

Esta noche se presentarán en el festival La provincia también existe, en centro de la Ciudad de México, recital que tiene el objetivo de visibilizar a grupos de fuera de la capital: Creo que es una realidad que a las personas de la Ciudad de México se les da un poco más de visibilidad; no digo que no se esfuercen, simplemente está todo más cerca, las personas se concentran en la ciudad, entonces la consigna de este encuentro es una llamada de atención. Lo organizamos en compañía de nuestro amigo Sam, que trae ideas profundas e independientes; él también es de aquí, así que somos una pandilla tampiqueña.

▲ Los integrantes de Delirio en una selfi.Foto cortesía de los músicos

Los temas de las letras de Delirio, en su mayoría escritas por Lía, van desde relaciones amorosas hasta todo lo que detestan, sin descartar sus lecturas: “El jardín del individuo es una canción que habla sobre mi pareja antes de conocerla, porque a él le gusta una banda llamada The Garden y le gustan mucho los bufones, como a mí. Estábamos pasando por un momento un poco complicado y aproveché para escribirla, es un esfuerzo colaborativo entre los dos. El cerezo viene de un libro de consejos de sabios del Tao; ahí leí un cuento llamado La sombra del cerezo, trata de un hombre con un árbol de cerezo gigante que daba una sombra hermosa y era un lugar cómodo. Por su avaricia decidió vender a un amigo su sombra, su preciado árbol. Entonces se dio cuenta de que ni con todo el dinero del mundo iba a poder sentir la bonita sombra del árbol. En El cerezo intenté meterme al cuento y ponerlo desde una perspectiva donde yo estoy viendo a sus dos personajes”.

La deidad dentro de cada uno

“Otra canción llamada ., o sea el puntito, trata sobre reconocer a Dios en cada uno de nosotros: la deidad que está en el laberinto del inconsciente, tenemos que buscarlo, encontrarnos, conocernos a nosotros mismos para volverlo consciente. Es una canción muy corta, pero intenté mostrar un poco de esta parte que no conocemos por estar sumergidos en la tecnología, en cosas muy banales. Delirio de lujuria habla sobre un hombre que abusa de una mujer. Bachoco es una canción de una sola palabra, con un significado muy profundo para nosotros, ya que Bachoco es una marca de huevo y pollo y nosotros estamos en contra de que se mate a este tipo de animales para su consumo masivo. Mordida de caballo la escribió David, son sus pensamientos, su realidad, su cuarto, lo que él siente”.

Guácharo, la palabra que nombra al disco debut de Delirio, es definida por la RAE en sus diferentes acepciones como una persona enfermiza, un huérfano, un pájaro nocturno de ojos grandes y color castaño, un sapo y un instrumento musical construido con una calabaza. Sin embargo, Lía, Ari y David la usan con otras intenciones: Guácharo es una persona que lucha y se esfuerza por lo que quiere, tiene bien pensado a donde llegar; entonces, no hay nadie que la frene o le ponga límites: es un rebelde, una persona libre. Queríamos plasmar esta libertad y la definimos con la palabra guácharo, que en resumidas cuentas es una persona que es feliz, que vive.

El festival La provincia también existe se realizará hoy en Belisario Domínguez número 61, a las 19 horas, con las actuaciones de Delirio, Sam Sam Sam, No te debemos nada, Madoromi Odori, Grito Exclamación y Segundos auxilios.