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Negocios y empresas

Dinero en el bolsillo

M

ás que el crecimiento de un país, lo que define el bienestar personal o familiar son los recursos que obtiene cada persona. Si la economía crece a niveles de 10 por ciento anual, ese dato se refleja bien en las cuentas nacionales, pero si los trabajadores no reciben beneficio alguno, el avance de la economía es como si no existiera para las grandes mayorías.

El caso de México a lo largo de este sexenio es distinto. La economía no creció lo suficiente y casi se mantuvo estancada, producto de la pandemia, de la incertidumbre y de la falta de inversiones, pero el ingreso de los más pobres aumentó. En estas condiciones, la percepción de los trabajadores es que el país marcha sobre ruedas.

De acuerdo con información del Banco de México, entre 2018 y 2022 los ingresos de las personas ubicadas en pobreza extrema aumentaron en forma consistente. Entre las principales razones destaca el incremento del salario mínimo y de los contractuales, así como los apoyos gubernamentales que se otorgan a diversos sectores de la población: personas de la tercera edad, discapacitados y a estudiantes.

En ese mismo sentido, el Coneval señala que las remuneraciones de los trabajadores en México se incrementaron 37.2 por ciento durante los primeros cinco años de este sexenio, lo que se tradujo en un mejor nivel de vida de los pobres. Esto trajo un aumento en el consumo, lo que también benefició al sector empresarial.

Lo anterior también lo confirma BBVA Research, que señala que el adelanto de las transferencias gubernamentales del segundo trimestre con motivo de las elecciones incrementó las compras de bienes y servicios básicos. Además, señala: “…las ganancias acumuladas en salario real (de 10 a 16 por ciento, respectivamente, desde junio de 2022) evitarán contracciones de este componente en la demanda en la segunda mitad del año”.

Para efectos de la vida social, la macroeconomía muchas veces no refleja la realidad en forma adecuada. Podemos crecer en forma acelerada, avanzar en forma lenta o incluso retroceder en los indicadores nacionales, pero lo que a la gente le interesa es vivir cada vez mejor. A la población no le importan los números abstractos, sino que el crecimiento del país se refleje en sus bolsillos.