Lunes 24 de junio de 2024, p. 38
Zacatecas, Zac., Esta entidad ocupa el primer lugar a nivel nacional en la producción de oro, plata, plomo y zinc, así como el segundo lugar en cobre, según el más reciente reporte de Indicadores de la Industria Minerometalúrgica, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, la bonanza de las empresas nacionales y extranjeras de ese sector no se refleja en una mejora de vida generalizada entre los ciudadanos de Zacatecas, pues contrasta con los aún elevados indicadores de pobreza que padecen numerosos pobladores de la entidad.
Según el Inegi, Zacatecas tiene un millón 652 mil habitantes de los cuales, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 977 mil carecen de acceso a seguridad social; 884 mil viven con un ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos, y 277 mil tienen carencias en el acceso a la alimentación nutritiva y de calidad.
Desde hace décadas están asentadas varias de las trasnacionales mineras, de capital mexicano y capital extranjero, más productivas del sector, entre ellas, la principal productora de oro de México: mina Peñasquito, de la estadunidense Newmont, que opera a cielo abierto y está ubicada en el municipio de Mazapil, en el semidesierto norte.
Esta compañía cuenta con aeropuerto propio, un campamento permanente de barracas con 2 mil dormitorios para sus trabajadores, además de comedor, lavanderías, cine y áreas recreativas.
También se ubica en la entidad la principal productora de plata primaria del mundo, no sólo del país: Fresnillo PLC/Peñoles, de la familia Bailléres, que opera tres yacimientos en el municipio de Fresnillo: mina Saucito del Poleo, mina Juanicipio y la más importante, la mina Fresnillo, con más de 450 años de operaciones.
Se suman Grupo Frisco, de Carlos Slim, que entre otros proyectos administra la mina Ocampo Tayahua, que opera de forma subterránea en el municipio de Mazapil, así como el yacimiento a cielo abierto El Coronel, situado en los límites de Ojocaliente y Loreto.
Grupo México, de Germán Larrea, administra la mina San Martín, en Sombrerete, desde 2019 con el apoyo de esquiroles y del entonces gobernador Alejandro Tello, rompiendo la huelga que mantiene oficialmente en ese enclave el Sindicato Nacional Minero, liderado por Napoleón Gómez Urrutia, que tiene el control del yacimiento.
Recientemente entró en funciones la mina Camino Rojo, propiedad de la canadiense Orla Minning, en el municipio de Mazapil, que es el yacimiento con la mayor superficie de territorio concesionado a una compañía por el gobierno federal, durante el régimen de Felipe Calderón.
El entonces panista le expidió un permiso para realizar durante 50 años labores de exploración, explotación y producción de metales preciosos –principalmente oro y plata–, así como cobre, en un polígono de 160 mil hectáreas de tierras, aunque esa empresa ya comenzó el aprovechamiento, de forma planificada, mediante lotes.
Junto con una veintena de otras compañías de menor tamaño, hasta el primer trimestre del presente año, según el Inegi, Zacatecas produjo 3 mil 541 kilogramos de oro; seguido de Sonora, con 3 mil 208 kilogramos y Guerrero con mil 797 kilogramos. En cuanto a plata, produjo en el mismo periodo 176 mil 857 kilogramos, contra 106 mil 41 kilogramos de Durango y 105 mil 992 de Chihuahua.
Por lo que hace a la producción de plomo, produjo 11 mil 576 toneladas; Durango mil 862 toneladas y Chihuahua mil 320. En zinc, obtuvo 31 mil 138 toneladas; Durango 8 mil 853 y Chihuahua 5 mil 902.
La producción de cobre la domina Sonora, con 48 mil 274 toneladas, seguido por Zacatecas con 5 mil 802 toneladas y San Luis Potosí con 2 mil 431. Todos los indicadores corresponden al primer trimestre del año, aunque fueron publicados en mayo.
De acuerdo con los más recientes resultados generales de la medición de pobreza 2020 del Coneval, 45.8 por ciento de la población de estaba en esa condición.
Además, a 3.9 por ciento de los habitantes se les clasifica en pobreza extrema; a 25.5 por ciento, vulnerables por carencias sociales; a 8.5 por ciento, vulnerables por ingresos, y a 20.2 por ciento como no pobres y no vulnerables.
En el rubro de carencias sociales, la medición consideró 21.9 por ciento de la población con rezago educativo; 3.4 por ciento padece carencia de calidad y espacios de la vivienda, y 7.3 por ciento sufre carencia de acceso a los servicios básicos de vivienda.