Estudio de Víctor Quintana y Martín Solís
Lunes 24 de junio de 2024, p. 13
Un ejemplo de la entrega de concesiones de agua por encima de la disponibilidad del líquido en el país es Chihuahua, donde los 19 acuíferos de la zona tienen una recarga anual de mil 101 hectómetros cúbicos, pero el volumen con permisos de extracción es de mil 420, lo que indica que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha sobreconcesionado 319 hectómetros.
Esto advierte el Análisis de diferentes tipos de agricultura para la conceptualización de una nueva ruralidad en el norte de México, realizado por Víctor Quintana, colaborador de La Jornada, y Martín Solís.
La propia Conagua tiene estimaciones de que hay una extracción de 2 mil 776 hectómetros cúbicos, lo que representa mil 675.9 más que la recarga, y ante esto no es extraño que 18 de los 19 acuíferos de la región presenten disponibilidad deficitaria
, refiere.
El análisis recuerda que la Ley de Aguas Nacionales de 1992 señala que la explotación, uso o aprovechamiento de las aguas nacionales debe hacerse mediante títulos de concesión o asignación expedidos por el Poder Ejecutivo federal, por conducto de la Conagua.
El gran negocio en que se ha convertido la agricultura en el desierto no debe ocultar el enorme problema en el uso del líquido del subsuelo, el agotamiento de los mantos acuíferos y la falta de gobernanza adecuada del recurso
, señala. También advierte sobre una superficie de riego muy alta, superior a la capacidad de reposición del acuífero, y gran presión sobre los pastizales por sobrecarga animal, que deteriora el suelo.
El uso agrícola se lleva 87 por ciento del volumen total concesionado, cuando a nivel nacional se dedica a esa actividad 75.7, lo que indica que en la entidad se supera en 12 puntos porcentuales el promedio nacional de agua utilizada en el sector, apunta.
De los 4 mil 796 hectómetros cúbicos destinados a la agricultura, 2 mil 750 corresponden a aguas subterráneas y 2 mil 46 a superficiales. Se calcula que en Chihuahua hay alrededor de 33 mil usuarios de riego, de ellos, 18 mil 575 son de agua superficial de distritos y unidades de riego, y 14 mil 594 son concesionarios del líquido subterráneo.
Aquí se localiza una brecha muy clara, pues mientras a los usuarios del agua superficial les tocan en promedio 110 mil 156 metros cúbicos, a los de subterránea les asignan 188 mil 433 metros cúbicos al año, lo que significa 71 por ciento más
, señala el análisis.
Destaca que la superficie regada con aguas del subsuelo se incrementó en 189 mil 253 hectáreas entre 2004 y 2021, debido a que el terreno sembrado con líquido superficial ya está en su límite máximo. Ese incremento se concentró en 10 de los 67 municipios del estado, y concentran 77 por ciento de esa superficie.
De esos municipios, siete de la región desierto y tres en el oeste de la entidad, tienen gran cantidad de agricultores menonitas, que se han expandido en esas zonas, ya que han comprado terrenos que antes eran para uso pecuario, sobre todo en el desierto, y han perforado centenares de pozos para establecer cultivos por medio de relojes de riego, indica el reporte.
El acceso al agua del subsuelo en Chihuahua se ha incrementado desproporcionadamente, está reservado para empresarios agrícolas medianos y grandes, debido a que es escaso el financiamiento público para la perforación y el equipamiento hidroagrícola, y sólo los cultivos de alta rentabilidad, como algodón, nuez, chile y manzana pueden financiarlo
, señala.