La dramaturga Lucero Millán enfrenta la incertidumbre respecto a mi sentido de pertenencia
Miércoles 12 de junio de 2024, p. 4
En 1979, cuando Lucero Millán tenía 19 años, su vida dio un giro significativo al viajar a Nicaragua y colaborar con la revolución sandinista. Tiempo después, fundó en dicho país la compañía de Teatro Justo Rufino Garay, una de las más importantes de Centroamérica
.
Originaria de Sinaloa, la directora escénica y dramaturga presentará por primera vez en México la puesta en escena Francisca, pieza que representa la culminación de un largo proceso artístico y personal
, con sólo dos funciones, mañana y el 20 de junio en el Teatro La Capilla.
Se trata de un monólogo autobiográfico que rinde homenaje y fusiona la riqueza culinaria y musical de ambas naciones (México y Nicaragua)
, explicó Lucero Millán en entrevista con La Jornada.
“Es en la segunda nación donde me he desarrollado más en el ámbito laboral: he dirigido más de 40 montajes y he actuado en otros tantos. Sin embargo, fue en Francisca donde me di la oportunidad de mostrar mi fragilidad como mujer, como extranjera y con una identidad apasionada por dos países.
“Otro punto de partida para consolidar este proyecto radica en un sentimiento con el que vengo lidiando desde hace muchos años; un profundo sentimiento de incertidumbre respecto a mi sentido de pertenencia. Cuando venía a México me preguntaban mi lugar de origen y cuando visitaba Nicaragua ocurría lo mismo.
La obra se estrenó en Nicaragua en 2018 y fue un rotundo éxito; luego tuvo lugar en la Muestra Escénica Iberoamericana en Tenerife, España, por lo que ahora quise presentarla por primera ocasión en México.
A medida que prepara la mesa para sus ancestros en el Día de Muertos, la mexicana-nicaragüense Francisca se sumerge en recuerdos y experiencias que reflejan su conexión con ambas culturas. Las canciones y los sabores se convierten en hilos conductores que tejen su historia y revelan la complejidad de su identidad, la cual entrelaza dos culturas latinoamericanas.
“En escena también se reflejan diferentes momentos históricos, además de múltiples temas, como el machismo, la amistad, la ausencia del padre, la revolución, entre otros.
A pesar de los momentos difíciles, Francisca exhorta a los espectadores a transitar hacia la muerte de una forma tan alegre como lo harían hacia el sendero de la vida
, explica Lucero Millán.
La música original del compositor Luis Enrique Mejía Godoy fue fundamental para establecer el tono emocional de la trama, añadiendo profundidad y matices a la interpretación de la protagonista, aunado a que también se incorpora una selección de pistas musicales, entre ellas del Mariachi Vargas de Tecalitlán, la Banda El Recodo, Ceshia Ubau, El Guadalupano, Carlos Mejía Godoy y folklore nicaragüense.
Profesora de actuación y promotora cultural, Millán advirtió que “la cultura mexicana y nicaragüense tienen mucho en común respecto a la muerte: una por su manera de entenderla como un ciclo de vida, y la otra por tener tantos héroes y mártires que ofrecieron su vida para que nosotros sigamos viviendo, gozando y buscando la libertad.
Es importante expandir la curiosidad intelectual, así como derribar horizontes para apreciar lo que se está proponiendo en materia cultural en otros países de Centroamérica. En mi caso, logré construir una identidad mixta, fruto de mis experiencias teatrales.
Con dirección de René Medina Chávez y producción de la compañía de Teatro Justo Rufino Garay, las funciones de la obra Francisca serán mañana y el 20 de junio a las 20 horas en el Teatro La Capilla (Madrid 13, colonia Del Carmen, Coyoacán). Las entradas cuestan 250 pesos.