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Propone videoartista revalorizar la conexión humana con la Tierra

Ursula Biemann presenta seis ensayos audiovisuales en el MUAC

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▲ Fotogramas de Deep Weather y Acoustic Ocean, incluidos en la exposición Devenir Tierra.Foto Cortesía del museo
 
Periódico La Jornada
Miércoles 12 de junio de 2024, p. 2

El trabajo de campo de la videoartista suiza Ursula Biemann (Zúrich, 1955) la ha llevado a territorios indígenas lejanos, desde Amazonas hasta la región del Ártico, donde ha presenciado la devastación del medio ambiente y su impacto en todas las formas de vida.

Interesada, primero, en el tema de las fronteras, la migración y los movimientos laborales, hace unos 10 años Biemann volteó su mirada hacia los asuntos medioambientales, como las ecologías de los bosques y el petróleo, así como las consecuencias de los proyectos extractivistas en los ecosistemas globales y el clima con la idea de crear un puente entre hacer videos y el mundo natural.

La exposición Devenir Tierra, abierta en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC), es una retrospectiva de seis videoensayos, realizados por Biemann entre 2013 y 2023: Deep Weather (Tiempo profundo), 2013; Forest Law (Selva jurídica), 2014; Acustic Ocean (Océano acústico), 2018; Forest Mind (Mente forestal), 2021; Devenir Universidad (2019-2023), y Vocal Cognitive Territory (Territorio cognitivo vocal), 2023. Hace dos años, Acustic Ocean (2018) se exhibió en sala 10, el espacio virtual del recinto; ahora se presenta como una gran instalación espacial.

La pérdida de biodiversidad global es un tema de interés general. Sobre su acercamiento, Biemann dice: Todos mis videos en los últimos 10 o 12 años han tratado diferentes aspectos de la crisis ecológica en la que nos encontramos. Además de la pérdida de la biodiversidad, está la de los bosques y los problemas con el agua. He desarrollado cada tema en un video por separado, de modo que la exhibición es más bien un panorama de todos estos proyectos de investigación. Cada uno tiene un enfoque especial.

Océano acústico, por ejemplo, trata sobre las posibilidades de conversar con el mundo marino profundo y, por ende, elevar nuestra sensibilidad en cuanto a la existencia de todas estas diferentes especies y sus pláticas. Si no las escuchábamos es porque no contábamos con los instrumentos suficientemente sensibles para grabarlas; por lo tanto, he introducido muchos aspectos científicos de punta que mejoraran nuestra relación con la Tierra y el mundo viviente.

De allí que el trabajo de Biemann con las comunidades indígenas le resultó revelador en la medida que ellas operan con un cosmos político muy diferente. Un trabajo temprano, como Forest Law, abordó la noción emergente de los derechos de la naturaleza; entonces se revisaron muchos casos legales que negociaban dichos derechos en torno a diferentes proyectos indiferentes de extracción. Su trabajo más reciente en Colombia, con la comunidad inga, que pretende crear una universidad indígena, tiene más que ver con una preocupación epistémica, con los diferentes sistemas de conocimiento.

Sentí la necesidad de ir a las raíces de nuestro fracaso de vivir y mantener la naturaleza, a la vez que revisar la calidad de producción de conocimiento que cultivamos en las universidades y el tipo de naturaleza que eso nos ha dejado, para luego observar cómo las comunidades indígenas aplican sus conocimientos en sus territorios.

Biemann estudió en los años 80 en el Instituto Allende, de San Miguel de Allende; también cursó estudios en Boston y Nueva York, y se graduó de la Escuela de Artes Visuales de esta última ciudad en 1986.

Sobre su interés por el videoarte, explica que durante el tiempo en que estuve en Estados Unidos trabajé más en instalaciones de fotografía y texto sobre la pared. Eran mediados de los 80 y hacer videos no era muy práctico porque había unas cámaras enormes que uno conducía en sillas de ruedas o algo parecido. Hasta que regresé a Suiza en 1990 tuve la posibilidad de utilizar una cámara más pequeña para documentar. Con ella volví a la frontera de México con Estados Unidos, específicamente Ciudad Juárez, para comenzar un proyecto de video. En realidad no tenía idea de lo que hacía, nunca había tomado una clase de video porque no existía en la escuela de arte.

En Performing the Border (1999), su ópera prima, Biemann abordó la migración global de labor hacia áreas como la frontera norte de México y trabajó en la zona de libre comercio. Desde entonces, observó una degradación ambiental apenas presente. En ese momento le pareció más necesario enfocarse en esta franja de tierra como un espacio discursivo y material, resultado de la división laboral de género, la prostitución, la expresión de deseos femeninos en la industria del entretenimiento y la violencia sexual en la esfera pública.

El proyecto tuvo mucho éxito. Se interesaron las universidades y Biemann fue invitada a dar conferencias. El tema estaba en la mente de las personas y yo proponía trabajarlo en un formato de videoensayo, término que desconocía. Sólo quería combinar las reflexiones teóricas con material documental y sonoro, y textos en la pantalla. Hice una composición porque pensé que era la manera más agradable de tratar un espacio complejo.

La muestra Devenir Tierra permanecerá hasta el 13 de octubre en el MUAC (Insurgentes Sur 3000).