Política
Ver día anteriorSábado 8 de junio de 2024Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Extranjeros arman cuartos con tablas de madera
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de junio de 2024, p. 9

Los migrantes que viven en campamentos improvisados en plazas públicas y calles de la ciudad han aumentado y a más de un año de que comenzaron a instalarse, se han organizado para resguardarse mejor. En las inmediaciones de la Central de Autobuses del Norte y a un costado de las vías del tren en Vallejo, algunos han cambiado de casas de campaña a pequeños cuartos con tablas de madera.

Muchos de ellos, incluso familias con niñas y niños, llevan meses viviendo en esos espacios esperando su cita de solicitud de refugio en Estados Unidos a través de la aplicación CBP One. Este es el caso de Yenni, venezolana que vive en un camellón del Eje Central Lázaro Cárdenas y quien dice que ahora seguirá varada en la Ciudad de México por más tiempo, luego de que esta semana la administración de Joe Biden impuso nuevas medidas para inhibir los cruces ilegales.

En un recorrido por distintos campamentos, algunos migrantes confesaron que han sido intimidados por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y manifestaron que su principal temor es que lleguen a desalojarlos.

Yenni, quien viaja con sus dos hijos de 13 y 18 años, cuenta que llegó a la Ciudad de México a finales de marzo y hace un mes un agente que se acercó al campamento nos dijo que iba a venir Migración. Esto provocó que muchos tomaran sus cosas y se fueran, pero nosotros dijimos que íbamos a esperar a ver qué pasaba. En ese momento quedaron 20 personas, pero ahora se repobló y son 300, indicó.

Desde que se mudaron a este lugar, a un costado de la Línea 5 del Metro, aseguran que sólo han tenido que costear sus alimentos y juntar dinero para seguir su camino al norte del país. Su esposo e hijo trabajan limpiando parabrisas. Para hacer 2 mil pesos nos tardamos un mes, porque aquí gastamos 200 pesos diarios para una sola comida, comentó su hija Gladdys.

Denis, también de Venezuela, consideró que el hecho de que siga habiendo migrantes en la ciudad responde a que no les permiten avanzar, porque no les dan documentos migratorios para transitar, si nos dejaran continuar nuestro camino, ya no estaríamos aquí.

Contrario a eso, lo que hace el INM es detenernos y devolvernos a Tapachula, Chiapas. Además se ven obligados a vivir en las calles porque no hay lugar en albergues.

En la Plaza de la Soledad, en el barrio de La Merced, la situación no es muy distinta, pues ya no hay espacios para acogerlos, aseguró el padre Benito Torres. Comentó que en la zona ya hay dos campamentos, uno ellos de 600 personas y el otro como de mil, que es el más grande, y están a un lado del parque, está llenísimo, ya no hay por dónde pasar.