Martes 21 de mayo de 2024, p. a12
París. Rafael Nadal irrumpió en la cancha central de Roland Garros, levantó el cuello para observar la cubierta cerrada y recibió el calor de 6 mil aficionados que aguardaban su regreso a la Philippe Chatrier, cancha central testigo de sus 14 títulos.
Hacía dos años que Rafa no pisaba la arena de la pista francesa y aunque aún no está confirmada su participación en el tercer Grand Slam de la temporada, deleitó a los asistentes con algunos de sus mejores golpes.
El balear, que viajó a París ayer mismo, fue vitoreado por los aficionados a su salida a la pista que pisó por primera vez desde el 5 de junio de 2022, cuando levantó su última Copa de los Mosqueteros al vencer en la final al noruego Casper Ruud.
Junto a Marc López y Vivien Cabos, Nadal completó ayer un entrenamiento de una hora y media en el que no se forzó, mientras Carlos Moyá y Gustavo Marcaccio observaban la sesión. El jugador firmó autógrafos y desapareció después por el túnel rumbo a los vestuarios.
A punto de cumplir los 38 años, Nadal no ha conseguido recuperar el nivel tras destinar 2023 a regenerar su físico, lastrado por las lesiones. En las últimas semanas disputó los octavos en Madrid y cayó en segunda ronda en Roma.
Una lesión negó al ganador de 22 títulos de Grand Slam la posibilidad de luchar por el título en 2023, y este año espera poner fin a su ausencia. Este 2024, ya adelantó que podría ser su última temporada en activo.
Voy a jugar el torneo pensando que puedo estar al máximo. Si el 100 por ciento no es suficiente ni para ganar un partido, voy a aceptarlo. Pero no quiero entrar a la pista sabiendo que no tengo opciones. Si hay 0.01 de posibilidades, lo quiero intentar
, explicó hace unos días en Roma tras su derrota en el Foro Itálico.
Nadal ha jugado ocho partidos en arcilla, con cinco victorias y tres derrotas, este año: dos en el Barcelona Conde de Godó, cuatro en el Mutua Madrid Open y dos en el Masters 1000 de Roma.