A casi 12 años de la desaparición de Amairany Roblero González, su madre Cecilia sostuvo que el sujeto acusado de ser un feminicida serial, Miguel N, fue la última persona que estuvo con la joven, quien el 1º de agosto de 2012 tenía 18 años.

Alrededor del mediodía, junto con familiares, amigos e integrantes del colectivo Red de Madres Buscando a sus Hijos se manifestaron frente al domicilio en el que habitaba el posible responsable de su ausencia, en la Primera Cerrada de 16 de septiembre 18, colonia La Cruz, en Iztacalco, donde el pasado 16 de abril ultimó a María José.

En entrevista, relató que por los medios de comunicación volvió a ver a Miguel, quien fue ubicado por la extinta Procuraduría General de Justicia como el último que estuvo con su hija, según la revisión de las sábanas de las llamadas telefónicas que recibió la joven.

Señaló que en 2012 el químico declaró que pasó a recoger a Amairany al Cetis 42, donde estudiaba, y quien estaba a cuatro días de empezar sus clases en el tecnológico ubicado en las inmediaciones de la avenida Telecomunicaciones, en Iztapalapa, donde cursaría la carrera de Ingeniería Empresarial, en lo que lograba entrar a la licenciatura de derecho.

La madre de Amairany desconoce cómo fue que su hija conoció a Miguel y el vínculo que tuvo con dicho sujeto.

Ahora que lo detienen me acuerdo que él le hablaba y él declaró que sí la conoció, la vio ese día, él no lo negó; aceptó que sí la vio, por lo que comentó que después de que pasó esta desgracia (del feminicidio de María José) me hace sospechar que le haya hecho algo a mi hija.

Reprochó que las autoridades de la Fiscalía General de Justicia no me dejan ver las pertenencias, porque puedo reconocer si algo es de mi hija.

Mencionó que vestía una playera con la leyenda Adidas, pantalón de mezclilla, una bolsa con franjas amarillas, aretes de oro tipo argollas, un anillo con una piedra azul, y posiblemente llevaba su carnet del seguro social, porque nunca lo encontró en la casa que habitó en la colonia El Paraíso.

La representante legal del colectivo, Leticia Mora, sostuvo por su parte que las autoridades de la FGJ revictimizan a Amairany y a su familia al no dejar ver los objetos hallados en el domicilio de Miguel, además del abandono de la investigación para hallar a la chica.

Cecilia acudió a la fiscalía el pasado miércoles para que le tomaran nuevas pruebas de ADN, por lo que dijo que de no tener una pronta respuesta volverá a manifestarse para encontrar a Amairany, quien recordó era muy alegre, le gustaba estudiar, leer, participar. Muy alegre con sus hermanos.