Miércoles 24 de abril de 2024, p. 19
El problema de la carencia de medicinas en el sector público se resolverá con planeación (que ha faltado) de las compras y estará a cargo de Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México; se incorporará al sistema de bienestar a los consultorios adyacentes a farmacias para el control de enfermedades frecuentes como diabetes e hipertensión arterial y para la dispensación de anticonceptivos, entre otros, explicó el investigador David Kershenobich, integrante del equipo de la candidata a la Presidencia Claudia Sheinbaum.
La organización Wilson Center, con sede en Washington, realizó ayer el seminario Elecciones en México: retos y oportunidades en la implementación de políticas de salud, en el que participaron Kershenobich y Éctor Jaime Ramírez Barba, integrante del equipo de la candidata Xóchitl Gálvez, así como expertos que comentaron las propuestas de las aspirantes.
Kershenobich, investigador y ex director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, explicó que el proyecto de la coalición Sigamos Haciendo Historia es fortalecer el uso de las nuevas tecnologías y los sistemas digitales para que exista una receta común entre las instituciones sanitarias y se termine el cúmulo de trámites que deben realizar los pacientes para ser atendidos, en particular en los sistemas de referencia y contrarreferencia.
Ramírez Barba señaló que el plan de la alianza Fuerza y Corazón por México es reconstruir el sistema de salud y aumentar el gasto público a 4 por ciento del producto interno bruto en el corto plazo. Se creará el sistema nacional de cuidados, se garantizará el acceso a cuidados paliativos y todos recibirán atención médica oportuna y con calidad. También, expuso, habrá acceso universal a medicamentos.
La economista Mariana Barraza planteó que para cumplir los objetivos de ambos programas se necesita incrementar el presupuesto en salud y lograr su sostenibilidad más allá del sexenio. Uno de los retos principales es el gasto público, que se ha mantenido entre 2 y 3 por ciento en los pasados 20 años, cuando la recomendación internacional es ubicarlo entre 5 y 6 por ciento.
Para que las propuestas sean viables se requiere claridad en los criterios o posibles áreas de reasignación del gasto, además de lograr mayor eficiencia en el uso de los recursos disponibles, añadió.