Ciudad Valles, SLP., La sequía excepcional que azota la Huasteca potosina, la cual está dejando sin agua los municipios y agotando las fuentes del recurso, aunado a las temperaturas de más de 40 grados centígrados, sigue causando estragos: en Aquismón, desde ayer por la tarde, se secó el manantial de Tambaque, sitio turístico conocido porque ahí brota el líquido que baja de la sierra.

Merced Barrios, directora del servicio de distribución de agua del ayuntamiento, dijo que existe preocupación, ya que ese venero era el que suministraba a las comunidades y a las escuelas a través de pipas.

Mencionó que desde hace unos días observaron que bajó el caudal, y comenzaron a tomar aguas abajo de esa corriente, que se anega en una poza, pero ahora terminó por agotarse.

Nos llegó la hora cero; no sabemos de dónde vamos a acarrear el líquido para los pueblos; nosotros abastecemos a Tazozob, Tampaxal, Linja, San Miguel, Progreso, Cruz de Guadalupe, entre otras aldeas de la etnia tének, alertó.

Tenemos que buscar una fuente alterna, tal vez desde Puente de Dios o el río Coy, que se encuentran a varios kilómetros, lo que significará un servicio lento por el tiempo de recorrido, expuso la funcionaria. La cabecera municipal se abastece del río Coy, pero también ha habido dificultades por fugas y cortes del servicio eléctrico.

En tanto, integrantes de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas y Campesinas de la Huasteca Potosina, encabezados por Rogel del Rosal Valladares, realizaron ayer una marcha del Jardín Hidalgo al juzgado 7 federal de Ciudad Valles.

Ahí exigieron que se resuelva un amparo que interpusieron con el fin de que las autoridades municipales respeten la autonomía de los pueblos indígenas para la priorización de obras sociales que les permita obtener infraestructura para el abasto de agua, entre otras acciones. Desde octubre presentaron amparos con este propósito, pero el proceso ha sido lento.

El indígena nahua Leopoldo Martínez Tomás, de la localidad de La Ceiba Tenexcalco, en Axtla de Terrazas, recordó que desde febrero comenzaron a secarse los manantiales y pozos y ahora tienen que sacar el líquido del río Tancuilín y trasladarla a su pueblo.

Recorren entre cuatro y seis kilómetros en camioneta para abastecerse. El afluente también se está agotando, pues abastece a Jalipilla y Comoca Ahuacatitla, en Axtla de Terrazas, hasta Huichihuayán, en Huehuetlán.

Los pobladores del ejido Lagunillas, en Tampacán, también padecen la crisis hídrica. Lino Félix Sánchez contó que tienen que pagar 50 pesos por viaje hasta el río para llenar algunos tanques.

Explicó que en la región habitan familias pobres; la mayoría de los 400 habitantes viven del jornal o del corte de naranjas, por lo que están gastando mucho dinero para obtener el líquido.