Santiago. Los gobiernos de Chile y Venezuela escalaron un diferendo diplomático a propósito de la existencia o no del Tren de Aragua, organización del crimen organizado supuestamente nacida en la cárcel de Tocorón, en Caracas, y de la cual hay centenares de miembros presos en cárceles chilenas, según aseguran las autoridades locales.

La controversia se desató cuando, anteayer, el canciller venezolano, Yván Gil, dijo que “el Tren de Aragua es una ficción creada por la mediática internacional para tratar de crear una etiqueta inexistente, como lo hicieron en su momento con el cártel de Los Soles (...) que se demostró que no existe, que jamás ha existido”.

La afirmación la hizo mientras estaba en Cúcuta, Colombia –otro de los países que habría sufrido la expansión regional de esa organización mafiosa–, reunido con su par, Luis Gilberto Murillo.

Estas afirmaciones provocaron la reacción de la ministra del Interior chilena, Carolina Tohá, para quien son “un insulto, no al gobierno de Chile, sino al pueblo de Chile y a los pueblos de Latinoamérica.

Personas han perdido sus familiares, han perdido la tranquilidad de sus barrios, han perdido sus negocios por eso, agregó.

La oposición derechista al presidente Gabriel Boric, que lo hostiga a diario por temas migratorios, delincuencia y seguridad pública, inmediatamente comenzó a capitalizar el punto, y destacó que la noche del miércoles, en un barrio de Santiago, fue asesinado un teniente de la policía de carabineros, Emanuel Sánchez (27), cuando de civil y acompañado de su familia, repelió un asalto. Cuatro venezolanos, tres de los cuales residen aquí sin papeles, fueron detenidos.

A mediados de 2023, Chile y Venezuela acordaron normas para facilitar la expulsión y repatriación de migrantes ilegales, acuerdo que no ha sido oficializado por Caracas, dicen oficiales chilenos.

Boric reaccionó ayer anunciando el llamado a consultas del embajador chileno en Caracas.

“Las recientes afirmaciones irresponsables del canciller de Venezuela, que niegan la existencia del Tren de Aragua, un grupo criminal conocido por sus actividades ilícitas en Chile y en toda la región de Sudamérica, son profundamente preocupantes y constituyen un grave insulto para quienes han sido víctimas de esta organización y para sus familias.”