Lunes 8 de abril de 2024, p. 27
Kigali. La comunidad internacional nos abandonó
durante el genocidio perpetrado por extremistas hutus contra la población tutsi, declaró ayer el presidente de Ruanda, Paul Kagame, al conmemorar el 30 aniversario de la catástrofe que dejó 800 mil muertos en 100 días, una de las peores matanzas del siglo XX.
El mandatario, fundador del Frente Patriótico Ruandés, el grupo rebelde que tomó el poder, quien puso fin a las matanzas en julio de 1994 y gobierna desde entonces, denunció la pasividad de la comunidad internacional durante el genocidio, al ignorar las advertencias sobre los primeros asesinatos.
La comunidad mundial nos falló a todos, bien por desprecio o bien por cobardía
, manifestó Kagame durante la ceremonia que todos los años tiene lugar el 7 de abril en la capital ruandesa, con el encendido de una llama y la colocación de ofrendas florales en el Monumento de Gisozi, donde se cree que están enterradas unas 250 mil personas.
Asistieron dirigentes y dignatarios extranjeros, entre ellos el ex mandatario estadunidense Bill Clinton, quien era presidente en 1994 y calificó la inacción frente a estas matanzas como el mayor fracaso de su gobierno.
El presidente francés, Emmanuel Macron, en un video grabado antes de las ceremonias de ayer, reconoció que Francia y sus aliados podrían haber impedido el genocidio, pero carecían de la voluntad para hacerlo. París envió a Kigali al ministro de Relaciones Exteriores, Stéphane Séjourné, y al secretario de Estado del Mar, Hervé Berville, nacido en Ruanda y evacuado en los primeros días del genocidio.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat, declaró: nadie, ni siquiera la UA, puede no disculparse por su inacción ante la crónica de un genocidio anunciado. Tengamos el valor de reconocerlo y de asumir nuestra responsabilidad
.
Durante siete días no se permitirá música en lugares públicos ni en la radio. Tampoco está autorizada la difusión por televisión de encuentros deportivos ni películas, a menos que estén vinculadas a la conmemoración.
Los asesinatos comenzaron cuando un avión en el cual viajaba el entonces presidente hutu Juvénal Habyarimana, fue derribado sobre Kigali. Se culpó a los tutsis de la muerte del presidente, lo que los convirtió en blanco de matanzas dirigidas por extremistas hutus. También fueron asesinados algunos hutus moderados que intentaron proteger a los tutsis, que eran minoría.
La composición étnica de Ruanda permanece prácticamente sin cambios desde 1994, con mayoría hutu. Los tutsis representan 14 por ciento y los twa sólo el 1 por ciento de los 14 millones de habitantes. El gobierno de Kagame, dominado por los tutsis, prohibió cualquier forma de organización étnica, como parte de los intentos por crear una identidad ruandesa uniforme.