n esta temporada de afortunados estrenos, producciones de 2023 (un año prodigioso) que fueron ganadoras o nominadas a premios importantes, es posible que pase inadvertida El bastardo, del danés Nikolai Arcel, una especie de western nórdico filmado con garra.
Situada en la Dinamarca de mediados del siglo XVIII, la película de tono épico se centra en la figura heroica de Ludwig Kahlen (Mads Mikkelsen), hijo de un noble y una empleada doméstica –de ahí el título– que trabajó como soldado. Con más arrojo que sentido común, Kahlen propone a la escéptica tesorería de la corte establecer una colonia en Jutlandia, un territorio yermo donde no crece ni musgo. Una hazaña meritoria de interesar al rey pues varios hombres han fracasado en el intento. A cambio, él sólo pide un título de nobleza y mano de obra para continuar esa labor civilizadora.
Con su sueldo de soldado, un caballo, una tienda de campaña y armado de una pistola, Kahlen consigue, tras varios esfuerzos, encontrar una tierra húmeda, susceptible de hacer crecer algo. Por la intervención de un joven pastor (Anton Eklund), una pareja prófuga formada por Johannes (Morten Hee Andersen) y Ann Barbara (Amanda Collin) se presta a ayudarlo. Ellos han huido del cruel terrateniente Frederik De Schinkel (Simon Bennebjerg), quien dice ser el propietario del territorio de Kahlen y hará todo lo posible por adueñarse de él. Con ese poderoso antagonista, digno de una novela de folletín, las piezas están en su sitio para una historia emocionante de obstinación y relaciones cruzadas.
El inteligente guion de El bastardo, debido a Anders Thomas Jensen y el propio Arcel, basado en la novela El capitán y Ann Barbara, de Ida Jessen, se las arregla para proveerle una necesaria familia al protagonista. Después de que Johannes ha sido hervido vivo por órdenes de Schinkel (perdón, De Schinkel), Ann Barbara se vuelve pareja de Kahlen, y entre los dos adoptan a una desvalida niña gitana (Melina Hagberg). Ese núcleo familiar será el eje emotivo de toda la película. A eso se añade el enamoramiento de Edel (Kristine Kujath Thorp), una prima y prometida de De Schinkel que admira la enjundia de Kahlen.
El realizador Arcel conduce su relato de manera sobria y eficaz. La historia es convencional, pero en ningún momento despide el tufo de lo anticuado. Ayuda a su carácter urgente la brutalidad con la que se comportan los personajes, quienes no titubean en recurrir al asesinato para conseguir sus fines. (No se preocupen, según lo exige la tradición, el villano recibirá su sangriento merecido).
Por supuesto, Mikkelsen es ideal para interpretar al estoico Kahlen. Aún enfrentado a los peores impedimentos y pérdidas, el hombre se mantiene firme en su cometido, como buen héroe de western. El gran actor danés hace evidente que sus conflictos y pasiones son internas. El resto del reparto cumple con similar solvencia, sobre todo Bennebjerg, cuyo desempeño como villano lo ejerce con admirable pragmatismo.
Como ya señalé, nuestra actual cartelera ofrece varias opciones recomendables, cosa rara. A la lista de posibilidades añadan El bastardo, que no viene respaldada por premios, pero cuenta con suficientes méritos para volverla atractiva.
El bastardo ( Bastarden)
D: Nikolaj Arcel / G: Nikolaj Arcel, Anders Thomas Jensen, basado en la novela El capitán y Ann Barbara, deIda Jessen / F. en C: Rasmur Videbaek / M: Dan Romer / Ed: Olivier Bugge Coutté / Con: Mads Mikkelsen, Amanda Collin, Simon Bennebjerg, Melina Hagberg, Kristine Kujath Thorp / P: Zentropa Entertainments, Zentropa International Berlin, Zentropa International Sweden, Film i Väst, Det Danske Filminstitut. Dinamarca-Suecia-Noruega-Alemania, 2023.
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