Martes 2 de abril de 2024, p. 21
Estambul. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, prometió ayer corregir los errores que llevaron a su partido a la derrota en las elecciones locales, en las que la oposición capitalizó los problemas económicos para ganarse el apoyo de los votantes islamitas, sembrando la incertidumbre sobre sus planes de reforma.
La votación de antier es la peor derrota de Erdogan y el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) en más de 20 años en el poder, revitalizando a la oposición y reforzando la posición del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, como principal rival del presidente.
Redibujando un mapa político dominado durante mucho tiempo por el AKP, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) ganó el voto popular por primera vez en décadas y arrasó en la mayoría de las principales ciudades, penetrando profundamente en la conservadora Turquía central.
El presidente del Consejo, Ahmet Yener, confirmó que el CHP se impuso en 35 provincias con victorias en plazas claves como Ankara y Estambul, mientras el AKP se tuvo que conformar con 24, si bien gobernará en un total de 324 ayuntamientos, más que su rival directo.
Según analistas, los votantes perdieron la paciencia ante una inflación cercana a 70 por ciento y el estilo político de Erdogan.
El resultado mermó sus esperanzas de aprobar una nueva Constitución, que podría prolongar su mandato más allá de 2028, cuando finaliza su periodo. Aunque el AKP y sus aliados tienen mayoría en el Parlamento, Erdogan necesitaría un apoyo más amplio o el éxito de un referendo para aprobar una nueva Constitución.