Pekín. China reiteró ayer que se opone a todas las formas de ataques cibernéticos, al rechazar las acusaciones y la aplicación de sanciones de Estados Unidos, Gran Bretaña y Nueva Zelanda contra personas y una empresa que supuestamente participaron en una amplia campaña de ciberespionaje lanzada por agrupaciones de hackers, entre ellas Advanced Persistent Threat 31 (APT31), a las que relacionan con el gobierno del gigante asiático.

China combate todas las formas de ataques cibernéticos y está comprometida con el fortalecimiento de la cooperación con otros países a través del diálogo bilateral o la asistencia judicial y otros canales para responder conjuntamente a las amenazas a la seguridad cibernética, sobre la base del respeto, la igualdad y el beneficio mutuo, aseguró el Lin Jiang, vocero de la cancillería, durante una conferencia de prensa en esta capital.

APT31, conocida como Zirconium, habría operado a escala internacional a través de la empresa fachada Wuhan Xiaoruizhi Science and Technology Company entre 2010 y enero pasado, bajo la dirección del Ministerio de Seguridad del Estado (MSS) de China, desde la provincia de Hubei, según una acusación hecha el lunes en el tribunal del distrito este de Nueva York.

Los ataques realizados en suelo estadunidense se relacionan, entre otros eventos geopolíticos, con las tensiones económicas con Estados Unidos, los reclamos de límites en el mar de China Meridional, las protestas a favor de la democracia en Hong Kong en 2019 e intervenciones de miles de correos electrónicos pertenecientes a la Alianza Interparlamentaria sobre China, en 2021.

Por separado, la inteligencia británica informó que es muy probable que APT31 haya llevado a cabo “actividades de reconocimiento contra parlamentarios locales, todos críticos destacados del gobierno chino, por lo que también sancionó a la compañía de Wuhan.

Lin instó a Washington y Londres a que dejen de politizar la cuestión de la ciberseguridad, de difamar a China, de imponer sanciones unilaterales, y a que detengan los ciberataques contra la nación asiática.

Nueva Zelanda acusó este martes que el grupo APT 40 estaba detrás del ataque que vulneró las computadoras conectadas a su red parlamentaria.

Expertos de inteligencia occidentales utilizan la convención de nomenclatura APT para identificar a grupos de hackers vinculados a gobiernos extranjeros. Según Mandiant, empresa estadunidense de ciberseguridad y filial de Google, existen más de 40 grupos APT, y se sospecha que más de 20 son operados por el gobierno chino.