El cabecilla de la Unión de Tepito, Eduardo R, El Chori, fue notificado de una segunda orden de aprehensión en su contra por homicidio y tentativa de homicidio en agravio de dos personas.

Agentes de la Policía de Investigación cumplimentaron el mandamiento judicial en el Reclusorio Norte, donde dicho sujeto se encuentra preso por la posible comisión de delitos contra la salud, en su modalidad de narcotráfico, portación de arma de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo de las fuerzas armadas, así como por cohecho, informó el coordinador general de investigación a cargo de la Fiscalía General de Justicia, Ulises Lara López.

El Chori, considerado uno de los generadores de violencia más buscados por las autoridades, mantenía operaciones delictivas en la zona centro de la ciudad y está relacionado con la comisión de ilícitos de alto impacto como extorsiones, asesinatos, secuestros y distribución de droga, señaló Lara López durante un mensaje a medios.

Su cercanía con otros cabecillas lo catapultó

La investigación de la fiscalía detalla que el acusado empezó su carrera delictiva en 2009, cuando se dedicaba al robo a transeúntes; a partir de la cercanía que mantenía con El Betito y El Lunares, dirigentes de esa banda que se hallan presos, escaló rápidamente en el grupo delictivo.

Se integró a un grupo de choque y formó una célula que tomó fuerza por la detención de sus jefes, quienes tras su detención no se opusieron a que El Chori los relevara.

El funcionario también informó que como parte de los trabajos para la desarticulación de La Unión Tepito se detuvo a otro posible integrante al ejecutar una orden de cateo en la colonia Nueva Atzacoalco, en la alcaldía Gustavo A. Madero: Sergio Iván, El M24 o El Monstruo de La Unión, identificado como muy cercano a Óscar Andrés, El Lunares.

Este hombre también se dedicaba a la extorsión, al cobro de piso, venta y distribución de drogas, así como la ejecución de personas en las colonias Nueva Atzacoalco y Vasco de Quiroga, de la alcaldía Gustavo A. Madero.

El M24 se disputaba el control y distribución de drogas en la zona con bandas antagónicas y era el cabecilla de una célula de sicarios denominada Los Orejones. A dicho sujeto se le atribuye su posible participación en la ejecución de los propietarios de un establecimiento comercial ubicado en la zona de Tepito por órdenes de El Lunares en mayo de 2023.