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Reditan Sombras detrás de la ventana
 
Periódico La Jornada
Jueves 25 de enero de 2024, p. 5

El escritor Eduardo Antonio Parra (León, 1965) sostuvo que desde sus inicios en la escritura ha querido mostrar en lo que está en desacuerdo: de las cosas que le molestan escribe una historia para que quede clara esa evidencia de los errores sociales, económicos y políticos. Lo que sí me gusta siempre va enredado ahí.

En torno a la edición ampliada de sus cuentos en Sombras detrás de la ventana (Ediciones Era), que se presenta hoy, explicó a La Jornada que el título aborda lo que ocurre en las casas.

Es lo que siempre he tratado de registrar y tomar como temática. No sólo es la violencia, sino lo que tiene que ver con la vida cotidiana de los mexicanos, y el erotismo es muy importante ahí. Los usos y costumbres de la sexualidad y de la sociedad. Me gusta todo lo que me sirva para reflejarlas.

Sombras detrás de la ventana fue publicado originalmente en 2009 y el año siguiente obtuvo el Premio Antonin Artaud. En la reciente y ampliada edición se incluyen los relatos del libro Desterrados (2013).

Parra mencionó que la violencia, tema recurrente en su narrativa, “nos ha rebasado muchísimo en los últimos lustros en este país. Me gusta mucho reflejar esta violencia en su forma cotidiana. De hecho, casi en ninguno de mis cuentos hay narcotráfico. En uno de los relatos de Parábolas del silencio, ‘Plegarias silenciosas’, el personaje es un marihuanero, pero no es sobre narco.

“La del narcotráfico es una especie de violencia primaria que no abordo directamente, salvo en la novela anterior, Laberinto, pero en los cuentos no. Ahí tiene que ver más con el ser humano que con el negocio del narco o el crimen organizado; en mis textos es una violencia relacionada más bien con las pasiones, venganzas personales y cosas así.”

Reiteró su creencia de que México siempre ha sido muy violento, aunque en el presente está exacerbada la violencia vinculada con el neoliberalismo extremo del negocio de las drogas, que es el capitalismo más salvaje, pero incluso sin esos negocios es un país muy violento y siempre lo ha sido.

El narcotráfico ha producido “un cambio cultural terrible, desde las canciones, la forma de vestirse, comer, gastar, pero vienen cosas peores, o sea, cada vez más salvajes, pero es un salvajismo pragmático en torno a asustar a los otros.

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▲ El escritor Eduardo Antonio Parra considera que México siempre ha sido muy violento, aunque ahora el negocio de las drogas ha agravado ese flagelo.Foto María Luisa Severiano

La del crimen es una violencia vinculada con el negocio, captar mercados y territorios. Es menos apasionada. La violencia individual siempre va a aparecer mucho más explosiva. Hay un salvajismo, pero no hay una pasión similar en la del narcotráfico, destacó Eduardo Antonio Parra.

El autor reseñó que en sus relatos el aspecto social se fue involucrando más, aunque estaba presente pero de una forma no evidente, ahí las causas de la violencia tienen que ver cada vez más con las condiciones sociales. Las cuestiones de celos y venganza tienen el origen en el sistema social, en que algo no está funcionando y va a explotar en algún momento.

Abundó sobre lo visionario de la literatura: Hay temas que andan en el aire o ciertas interpretaciones de las que, a la larga, te das cuenta de lo que escribiste tiene que ver con lo que estaba pasando o con lo que iba a pasar. Sí hay una cualidad profética en casi todos los escritores, nada más que pocos le hacen caso.

Ejemplificó con su volumen Los límites de la noche, que aborda un Monterrey casi aburrido y donde no pasaba nada, “hasta que vino la ‘guerra al narco’ y empezó a agitarse duro. Yo trabajé en un periódico de nota roja y los sábados y domingos no pasaba nada. Era aburridísimo. Caminaba por barrios donde veía que algo estaba a punto de explotar.

“Esto cambia cuando da vuelta el siglo y empieza la ‘guerra al narco’ y la ciudad se vuelve una de las más sangrientas porque las pandillas y lo que estaba ocurriendo en el crimen de baja intensidad en esa urbe se afiliaron a los cárteles de la droga. La violencia cotidiana empezó a vibrar desde antes y se notaba que algo estaba cambiando.”

Se trata, dijo Parra, de un fenómeno político, económico y social. “Todo eso siempre se va a ver reflejado en la literatura. Si hacemos un recuento, desde El periquillo sarniento hasta nuestros días el tema principal de la literatura mexicana y latinoamericana ha sido mostrar la desigualdad, aunque no se usara el término antes”.

Sombras detrás de la ventana se presenta hoy a las 19 horas en Casa de Ediciones Era (Mérida 4, colonia Roma).