Martes 16 de enero de 2024, p. 9
Sao Paulo., El amor verdadero de la princesa no era el príncipe Febo ni ningún otro hombre: era la costurera
, relata a un público infantil Helena Black, drag queen que lucha contra la homofobia en centros culturales de Brasil.
Con maquillaje recargado y voluminosa peluca fucsia, Helena va de un lado a otro contando la trama de amor LGTB+ en una sede social de Sao José dos Campos, cercana a la ciudad de Sao Paulo.
Como en todo cuento de princesas, el desenlace es feliz, pero atípico: Personas de todos los reinos vecinos asistieron al casamiento; algunos por amistad, otros por la curiosidad de ver la unión entre dos mujeres
; relata e interpreta con voces y muñecos el cuento de la autora brasileña Janaína Leslao.
La presentación cierra con aplausos. Los niños no nacen con prejuicios, no son ni homofóbicos ni racistas; son los adultos quienes se los inculcan
, declara a la Afp Paulo Reis, profesor de artes y actor, de 40 años, que personifica a esta drag queen con aire payasesco.
Paulo Reis, que se identifica como homosexual, negro y de la periferia, con su personaje lucha contra la homofobia en Brasil, donde 2,9 millones de adultos se declaran homosexuales o bisexuales, en una población de 213 millones.
Pese a que la homofobia y transfobia son considerados crímenes desde 2019, el país lidera el número de muertes violentas de personas trans, con un centenar entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, 31 por ciento del total, en 35 países relevados por la ONG Transgender Europe.
Además, avanza en el Congreso una iniciativa para prohibir el casamiento entre personas del mismo sexo, validado por la Corte Suprema en 2011.
Desde 2017, ha contado cuentos con temáticas de la comunidad LGBT+ a niños y adultos en decenas de centros culturales y bibliotecas de Sao Paulo y otros estados.
La alcaldía de Sao Paulo, la mayor metrópoli latinoamericana, auspició sus presentaciones en una iniciativa denominada Mamá, ¡hay una Drag Queen contando historias!
.
Para este brasileño oriundo de una familia pobre, el arte es su principal medio de vida.
“Se cree que un hombre vestido de mujer sólo puede ser trivial, pero una drag queen también puede educar y ocupar espacios más allá de los sitios de espectáculos y trabajos sexualizados”, afirma.
Su presencia en espacios culturales, es un acto político, de resistencia
frente a los prejuicios de género y sexualidad, agrega.
Vanesa Marques, artesana de 44 años, asistió con su hija María Beatriz, de ocho, a un espectáculo de Helena Black en el municipio de Guarulhos, Sao Paulo.
Tenía curiosidad, pero como católica, estaba algo preocupada
, admite Marques.
Finalmente, rompí los preconceptos y este primer acercamiento de mi hija al tema LGBT+ fue con el mismo mensaje que le quiero transmitir: Tenemos que amarnos, independientemente de nuestras elecciones, razas o religiones
, subraya.