En el futbol americano la nieve ha inspirado múltiples poesías con su albar y sus copos geométricos. Mientras el césped no se convierta en una pista de patinaje, los partidos de la NFL deben jugarse en plena tormenta invernal, como esperando que aparezca un trineo tirado por los perros del escritor Jack London en el libro La llamada de la selva. Entre palas y hojas de cartón, los aficionados de los Bills de Búfalo retiraron más de 45 centímetros de hielo para encontrar el camino hacia sus asientos y celebrar desde allí la victoria del equipo 31-17 sobre los Acereros de Pittsburgh en la ronda de comodines.

El partido debía jugarse el domingo, pero fue reprogramado ayer debido a temperaturas brutalmente bajas y peligrosos vientos helados de 97 kilómetros por hora, de acuerdo con el servicio meteorológico. De alguna manera, era como estar adentro de un congelador. Sólo quienes acudieron horas antes a limpiar los asientos, ayudados por tractores y una lona gigante que cubrió la superficie, lograron que los equipos salieran a un campo mucho más despejado a cambio de 20 dólares.

Debajo de los jersey azules que colmaron las gradas, miles celebraron con abrigos, pantalones impermeables y botas una tarde luminosa del quarterback Josh Allen, quien lanzó tres pases de anotación, además de conseguir un récord para la franquicia con un acarreo de 52 yardas para llegar a las diagonales.

Poco importó que la temperatura alcanzara siete grados bajo cero. Con nieve lanzada al aire como confeti, la casa de los Bills estalló al ver que Allen encontraba con un lanzamiento de 17 yardas a Khalil Shakir cuando faltaban 6:27 minutos por jugar, en una acción que restableció una ventaja de 12 puntos para su equipo.

El flamante quarterback terminó con 21 de 30 pases completos para 203 yardas y sumó ocho acarreos, convirtiéndose en el primer elemento en su posición en la historia de la postemporada con tales registros.

Con un cierre regular en el que registraron cinco victorias consecutivas, los neoyorquinos serán anfitriones de Patrick Mahomes y los Jefes de Kansas City, terceros clasificados en playoffs, en la ronda divisional, el próximo domingo. Después de que las temporadas 2020 y 2021 terminaron con derrotas en postemporada en el límite occidental de Missuri, Búfalo deseaba enfrentarse a los campeones en casa.

Mason Rudolph lanzó dos pases de touchdown en su primera apertura en instancias finales con los Acereros (10-8), pero Pittsburgh fue demasiado inconsistente para seguir el paso de sus rivales. Perdieron su quinto partido en fila de play-offs desde su victoria más reciente, hace siete años.