Hajo. Los combates de pájaros bulbules volvieron a autorizarse en India para el deleite de una multitud entusiasta, tras ocho años de prohibición de esta tradición que los defensores de los animales critican como práctica cruel.

Miles de espectadores se congregaron ayer en el templo de Haigriva Madhav en Hajo, en el estado de Assam, en el noroeste de India, para observar la lucha entre los pájaros, que los sacerdotes hinduistas argumentaran que forma parte de la tradición.

Vimos combates de pájaros desde nuestra infancia (...) el ritual de los combates de pájaros es algo muy cercano al pueblo, afirma Kichin Das, uno de los tres jueces que determinan el vencedor.

Según los aficionados, esta práctica, que se remonta al siglo XVIII, cuando un monarca asistió a un combate de pájaros, se convirtieron en espectáculo popular con motivo de la fiesta de la cosecha en enero.

Es un juego de la época de los reyes, dice Biswajit Biswasi, de 49 años, un profesional de las peleas de bulbules. Desde mi infancia, aprendí a capturar y entrenar a esos pájaros.

Por tradición, los pájaros salvajes eran incitados a combatir sometiéndolos a un duro régimen que los tenía al borde de la hambruna, para luego ser alimentados con una mezcla excitante de especies y cannabis.

El combate es breve, subraya Babul Mazumdar, quien capturó pájaros destinados al combate durante 30 años.

El pájaro que domina al otro, en tres o cuatro golpes, es declarado vencedor, agregó.

Con estridentes gritos y batiendo las alas, las pequeñas aves son animadas ruidosamente por los espectadores a atacarse con el pico.

Está relacionado con nuestras creencias y tradiciones, subraya Satya Bharali, de 85 años, uno de los miles de espectadores de unos 100 combates previstos ayer.

Los defensores de animales condenan esta tradición, parecida a los combates de gallos, pero que se realiza con pájaros salvajes.

La Corte Suprema del estado de Assam prohibió esta práctica en 2015, lo que desencadenó protestas. En 2023, el gobierno local de Assam anunció que los combates de aves volverían a ser autorizadas, con la condición de que los organizadores respeten ciertas reglas.

Los combates deben ser organizados de manera disciplinada, y los pájaros alimentados e hidratados correctamente. Luego, las aves deben ser liberadas en perfecto estado de salud.