Asimismo, se conmemoran cinco décadas de la muerte de quien es considerado gran promotor cultural del México de principios del siglo XX
Martes 9 de enero de 2024, p. 4
Este 2024 se celebran 120 años del nacimiento de Salvador Novo y 50 de su fallecimiento. Fue un intelectual que no sólo dejó huella por su calidad literaria, sino también en el teatro. Con el auspicio de la actriz y promotora cultural Antonieta Rivas Mercado, creadora en 1928 del icónico grupo Teatro Ulises, Novo, junto con Xavier Villaurrutia, dirigió ese espacio de vanguardia teatral, que presentó obras de los más destacados dramaturgos de la época.
Del poeta, ensayista, historiador, traductor y dramaturgo nacido en 1904 e integrante del grupo Los Contemporáneos, el periodista Carlos Monsiváis (1938-2010) dijo: el homosexual belicosamente reconocido y asumido en épocas de afirmación despiadada del machismo
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La escritora Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2013, escribió: el autor de La culta dama, que “sus crónicas iban más allá de describir los acontecimientos de la ciudad y rendir pleitesía al Presidente en turno; todos lo leíamos para aprender a escribir. Hasta ahora, nadie ha superado la admirable fluidez de su prosa, que hizo escuela. Muchos críticos consideran que el mejor libro de Monsiváis es el que dedicó a su admirado Novo, con el título Lo marginal en el centro, porque en realidad escribió su autobiografía” (La Jornada, 14/1/18).
Novo fundó el teatro La Capilla, espacio escénico independiente ubicado en Coyoacán, que este 2023 cumplió 70 años, y cuyo espíritu es también presentar el trabajo de creadores escénicos nacionales y extranjeros contemporáneos.
Como dramaturgo, de acuerdo con los especialistas, el reconocimiento nacional e internacional le llegó en 1934, con su primera obra de teatro, El tercer Fausto, escrita originalmente en francés y publicada en París, la cual, en un primer momento, se creyó iba a causar cierta controversia, pues la trama gira en torno a un hombre que vende su alma al diablo con el fin de conquistar el amor de otro hombre; al final no hubo tal escándalo.
Por su talento, humor ácido y brillantes provocaciones, Novo fue una admirada celebridad en el mundo intelectual y artístico de México. Los investigadores lo reconocen como autor de una vastísima obra que no puede abordarse críticamente con el mismo rasero, debido a su variedad de géneros y temas, a la diferencia cualitativa y cuantitativa de la misma, y a la constante intermitencia extratextual como figura pública-privada
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Inteligencia desbordante
Sus críticos han dicho que Novo representa el fenómeno del intelectual-escritor mexicano que el poder político necesitó para justificarse, al recibir reconocimientos, puestos y prebendas por ello. Debido a esa coyuntura, pudo concretar su brillante inteligencia y creatividad desbordante en todo tipo de empresas culturales promovidas por el gobierno: como editor, maestro, antologador, encargado de talleres editoriales, delegado en diferentes actos culturales internacionales. Fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, a la cual ingresó en 1952 con un discurso que se convirtió en un delicioso y pequeño
libro titulado Las aves en la poesía. Fue nombrado Cronista de la Ciudad de México en 1965 y recibió el Premio Nacional de Literatura dos años después.
En el plano ideológico su figura ha sido criticada por su abierta alianza con el poder y su aversión a los movimientos estudiantiles de 1968; no obstante, su obra creativa es de innegable calidad literaria y es un creador imprescindible para entender los fenómenos literarios y culturales del siglo XX en México.
Este año es una oportunidad para recordar al dramaturgo Salvador Novo, autor, entre otras obras, de Don Quijote, una adaptación para niños (1948); La culta dama, de 1948 (en la cual se basa la película mexicana homónima, dirigida en 1957 por Rogelio A. González); Yocasta o casi (1970); La guerra de las gordas (1963), así como de Ha vuelto Ulises, El sofá, El espejo encantado y A ocho columnas.