Lunes 20 de noviembre de 2023, p. 4
La escultura Túnel plegado (2022), de Alberto Castro Leñero, está en el proceso de integrarse al Jardín Escultórico del Museo de Arte Moderno (MAM). Realizada con tubo de acero, mide 4.06 metros de alto, por 4.20 de ancho y 2.20 de profundidad. Pesa casi una tonelada.
Formó parte de Espacios radiantes, estructuras permeables, exposición que presentó el artista del 8 de octubre de 2022 hasta el pasado 5 de febrero en el Museo de la Ciudad de México (MCM), en la que las esculturas se articulaban de acuerdo con las dimensiones del lugar.
Dadas sus medidas, no fue posible colocarla dentro del recinto; entonces, se montó justo en frente, en la plaza Licenciado Primo de Verdad, al otro lado de la calle Pino Suárez. Llega al MAM como parte del programa Pago en Especie de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y gracias a las gestiones del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
Al finalizar la exposición en el MCM, Castro Leñero planteó a las autoridades de la Ciudad de México la posibilidad de que la escultura se quedara en la plaza; no hubo respuesta
. El artista fue apoyado por Lucina Jiménez, titular del Inbal, y la obra fue propuesta para integrarse al acervo del MAM.
Túnel plegado rompió, pues, con el caparazón del MCM y estableció contacto con los transeúntes.
Funcionó muy bien. Desde su instalación, los niños empezaron a subirse como si hubiera estado allí toda la vida. Una escultura en el espacio público puede funcionar como elemento de juego para un grupo
, sostiene Castro Leñero.
La obra siempre se vinculó con una idea arquitectónica, habitable. En Espacios radiantes, estructuras permanentes quedaba como puente, arco, dentro de esa retórica. La idea de la pieza nació de dibujos que el artista realizó en torno a un conjunto de aforismos de Bolívar Echeverría. Había uno que era una especie de túnel, de allí salió la idea escultórica, expresa Castro Leñero.
Formar parte del acervo de un museo le da otro reconocimiento o estatus a la obra; también abre posibilidades a que el Estado y las autoridades culturales se sensibilicen ante las propuestas más expandidas de obra pública
.
Para Castro Leñero hay que dar seguimiento al proceso histórico del arte, que, de interrumpirse, desvincula la energía creativa del gremio
. Es decir, no se entiende el desarrollo del arte en México si queda fuera algún periodo. No sé cómo pasó eso, o por qué se dio; sin embargo, me da la sensación de que hubo discontinuidad entre los promotores culturales, el Estado, los museos
.
El quehacer escultórico llegó a la vida de Castro Leñero después de trabajar, primero, como dibujante, y luego, como pintor, disciplinas que aún desarrolla.
–¿Qué salida dio la escultura?
–Me motiva mucho sentirme en el espacio. Al trabajar la escultura juegas con presencias que tocan tu cuerpo. Como sientes la relación con algo que pesa allí, o que tiene medidas. Se me hizo un poco experimental.