En México, 81 por ciento de los financiamientos que son solicitados por la población a una microfinanciera son pagados de forma puntual y sin un día de atraso, y solamente 3.5 por ciento de los créditos tienen un atraso superior a 90 días, reveló un estudio realizado por la agencia calificadora de valores, HR Ratings.

Según la calificadora, 10.8 por ciento de los créditos que colocan las microfinancieras tienen un atraso de uno a 30 días; 2.4 por ciento tienen retrasos de 31 a 60 días, y en 2 por ciento de ellos es de entre 61 a 90 días.

El sólido dinamismo que ha conseguido la economía mexicana en lo que va de este año, señaló, ha contribuido a que la morosidad en este tipo de financiamientos vaya al alza, y al menos hasta el primer semestre de 2023 se ha logrado mitigar cualquier aumento en los niveles de impago.

Si bien el deterioro de la cartera en los últimos 12 meses es marginal respecto al periodo previo a la pandemia (2018 y 2019), los microcréditos tuvieron un lapso gris durante el primer trimestre de 2020, pues la crisis sanitaria elevó los niveles de desempleo e impactó de manera negativa el nivel de ingresos de los acreditados, lo que redujo su capacidad de pago.

Los programas de ayuda a las entidades y acreditados evitaron que el índice de morosidad se incrementara. No obstante, para finales de 2022 la culminación de los apoyos otorgados durante la pandemia, aunado con una elevada inflación, así como las altas tasas de interés, provocaron el atraso en los pagos de los créditos, mencionó la calificadora.

Apoyo al sector popular

Las microfinancieras surgen como instituciones de crédito que atienden tradicionalmente a sectores o comunidades que han quedado, históricamente, marginadas por la banca tradicional. Destacan casos como Compartamos Banco; Tuiio, de Santander; Came o la firma de ProDesarrollo.

Estas instituciones se especializan en otorgar financiamientos de bajos montos destinados más específicamente al sector popular. Colocan créditos de forma individual o grupal, y en estos últimos, en caso de que una persona no pague, los demás se deben hacer responsables para que se les vuelva a abrir una línea de crédito.

Según el reporte de HR Ratings, del total de créditos que otorgan las microfinancieras, 78 por ciento se otorga de forma individual y 22 por ciento grupal.