El Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó ayer que el déficit del presupuesto federal en octubre se redujo en casi una cuarta parte respecto al año anterior, ya que los ingresos subieron a un nivel récord para ese mes gracias a los pagos de impuestos retrasados de zonas afectadas por desastres, lo que ayudó a compensar el rápido aumento de los costos por intereses.

La institución detalló que el déficit en el primer mes del año fiscal 2024 cayó 24 por ciento, a 67 mil millones de dólares, contra 88 mil millones un año antes. Fue el menor déficit para octubre desde 2017. Economistas encuestados por Reuters habían estimado un déficit de 65 mil millones de dólares.

El informe se publicó después de que la calificadora Moody’s anunció el viernes que había rebajado su perspectiva crediticia de Estados Unidos a negativa desde estable, con base en grandes déficits fiscales y una disminución de la asequibilidad de la deuda.

También consideró los datos del mes pasado, que mostraron que el déficit en el año fiscal 2023, que terminó el 30 de septiembre, fue el mayor fuera de la era covid-19, con casi 1.7 billones de dólares.

El gobierno estadunidense se enfrenta a un posible cierre parcial de actividades en caso de que el Congreso no logre aprobar una llamada resolución continua antes del 17 de noviembre para mantener las operaciones del gobierno federal totalmente financiadas.

En octubre, los ingresos federales aumentaron 27 por ciento a un récord de 403 mil millones de dólares, debido en gran medida a los pagos de impuestos procedentes de California y otros estados que han visto ampliados sus plazos anuales de presentación de impuestos debido a catástrofes naturales.