ufóricos, el 12 de diciembre de 1998 los diputados prianistas legalizaron la totalmente inconstitucional deuda del rescate bancario” (Fobaproa) ordenada por Ernesto Zedillo, entonces inquilino de Los Pinos, y la factura, íntegra y en automático, se la cargaron a los mexicanos, quienes, les guste o no, acumulan 25 años pagándola y así seguirán hasta 2070, cuando menos, por un débito que lejos de reducirse se incrementa mes tras mes. En aquella fecha, 226 diputados tricolores y 99 blanquiazules (más una legisladora independiente, Carolina O’Farrill Tapia) consumaron el atraco al pueblo mexicano y, en el mero día de la Guadalupana, gritaron a coro: salvamos al país.

Pero como el cinismo y el oportunismo son característicos de los prianistas (que tienen memoria de teflón), ahora intentaron disminuir 40 mil millones de pesos (las asignaciones presupuestales) al programa de apoyo a los ahorradores y deudores de la banca (de 62 mil 489 millones solicitados por el Ejecutivo) para que esos recursos se canalicen a la reconstrucción de Acapulco y demás zonas devastadas por Otis.

Por el motivo de referencia, a lo largo de los últimos 25 años los mexicanos han pagado alrededor de un billón de pesos por una deuda privada que en 1998 se estimó en 600 mil millones. Esa es la mala noticia; la peor, que en esta historia de terror aún adeudan otro billón de pesos (al cierre de septiembre pasado, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda), que deberán cubrir –con los incrementos anuales respectivos– en los próximos 47 años, de tal suerte que el salvamos al país (según el citado coro) comprometió el bienestar y el desarrollo de tres generaciones de paisanos. Pero ahí no acaba, porque deberán seguir pagando por los platos rotos de los banqueros y los enjuagues de los gobiernos prianistas, mientras los barones del dinero no han dejado de hincharse de ganancias.

No hay forma de ubicar en su exacta dimensión el tamaño de cinismo de quienes legalizaron el rescate bancario, es decir, los mismos que ahora proponen quitar a los banqueros la prebenda del Fobaproa; desde hace cinco años ustedes han votado los recursos que soportan ese injusto fondo. Ese dinero debe ser para rescatar a Acapulco. Pido su voto para terminar con ese abuso; porque si no, el Fobaproa será de Morena.

Sólo su brutal cara dura, de la mano de su memoria de teflón, animaron a priístas y panistas (más los diputados de Marcelo Ebrard) a proponer y decir lo antes descrito, pero en el colmo de esta historieta Rubén Moreira (como gobernador endeudó, junto con su hermano, hasta la coronilla a Coahuila), coordinador del grupo parlamentario tricolor en San Lázaro, se aventó al ruedo y fue más allá: recortar 50 mil millones de pesos a los 62 mil 489 millones de gasto que se contemplan para 2024. Les pido que no les demos esos millones a los banqueros. No se lo merecen. Este país es un paraíso para los banqueros, han rescatado la banca de todo el mundo con las comisiones de esto y todavía les vamos a dar del Fobaproa. Que ese dinero vaya para Guerrero. Háganle caso al señor Presidente, el Fobaproa es un robo. Hay que quitarlo. Ahora es cuando ( La Jornada, Alma E. Muñoz y Enrique Méndez). Y regresó a su curul fresco como lechuga, tal vez recordando la frase, atribuida a Groucho Marx, estos son mis principios, y si no les gustan, tengo otros.

Así es: tras legalizar la inconstitucional deuda del rescate bancario, a lo largo de un cuarto de siglo los prianistas no tocaron el tema Fobaproa, no dijeron nada, silencio absoluto, pero hoy, oportunistas, se avientan al ruedo para culpar a quienes, 25 años atrás votaron en contra del atraco a la nación disfrazado de rescate.

Sobre esta propuesta, el presidente López Obrador comentó: “¿Quiénes votaron para convertir las deudas privadas en deuda pública? Los diputados de PRI y PAN. Me llama la atención el señor Moreira, diciendo: ‘no se pague el Fobaproa y dedíquese eso a Acapulco’. De lo más ramplón en la politiquería, en la demagogia. ¡Si ellos fueron los que aprobaron el Fobaproa!, el que se rescatara a los banqueros y a los grandes empresarios, ¿o ya se le olvidó?”

Las rebanadas del pastel

¡Ya viene el tren!: desde su privatización (cortesía de Zedillo), el número de pasajeros transportados en ferrocarriles nacionales se desplomó 99 por ciento; a partir del próximo enero el balance cambiará para bien… Nuevo rector de la UNAM (2023-2027): Leonardo Lomelí Vanegas, hasta ayer secretario general de la máxima casa de estudios.

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