Madrid. Algunos haciendo el saludo fascista con el brazo en alto, otros gritando loas a la dictadura franquista y todos congregados en torno a la consigna de que España unida, jamás será vencida, miles de personas, convocadas por el partido de extrema derecha Vox, cercaron anoche las sedes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Madrid, Barcelona y Valencia.

En la capital española hubo enfrentamientos con policías antidisturbios, que dispararon latas de gases lacrimógenos y pelotas de goma, mientras los manifestantes arrojaban bengalas y piedras contra los agentes y contra el edificio del partido político.

La revuelta pretende desacreditar y evitar la aprobación de una ley general de amnistía para los independentistas catalanes, como parte de la negociación abierta por el PSOE y los partidos políticos nacionalistas catalanes para apoyar la investidura de Pedro Sánchez, con la que obtendría su primera relección en el cargo.

Las primeras concentraciones frente a las sedes del PSOE se realizaron el pasado sábado, aunque sólo acudieron unas 100 personas en Madrid; sin embargo, los principales líderes de Vox, con Santiago Abascal a la cabeza, se unieron a las protestas e hicieron circular en redes sociales llamados a acudir en masa para repudiar al PSOE y a su líder.

Así ha ido creciendo en intensidad la movilización, a la que se han sumado grupos organizados cercanos a formaciones nazis y otras de extrema derecha, que llevaron el caos a las calles aledañas a la sede del PSOE, donde sucedieron los enfrentamientos más graves con los agentes antidisturbios.

Una parte de los contingentes, integrados sobre todo por jóvenes con estética fascista, se escindieron de la concentración y se dirigieron al Congreso de los Diputados, sembrando el caos a su paso a lo largo de una de las calles más transitadas por autos y vecinos de la ciudad, la Gran Vía. Se prevé que en los próximos días continúen las protestas.