Hasta agosto, el saldo de la cartera de los créditos que otorgan los bancos para la adquisición de vivienda sumó un billón 284 mil 365 millones de pesos, cantidad que es 10.3 por ciento mayor en términos nominales y 5.7 por ciento en términos reales si se compara con el monto reportado en el mismo mes del año previo, que era de un billón 163 mil 998 millones de pesos, muestran cifras del Banco de México (BdeM).

Prácticamente, 96 por ciento de este monto está destinado a la adquisición de vivienda en el segmento medio y residencial, mientras 4 por ciento restante se otorga a los hogares que son catalogados de interés social.

Según la información del banco central, el saldo de la cartera vigente de los préstamos otorgados para la adquisición de vivienda media y residencial sumó hasta agosto un billón 235 mil 909 millones de pesos, un aumento de 10.7 por ciento en términos reales y de 6.1 por ciento en términos reales con respecto a lo reportado el mismo mes de 2022, cuando el saldo sumó un billón 115 mil 515 millones de pesos.

En sentido opuesto, el monto vigente de los préstamos a la vivienda de interés social alcanzó 48 mil 456 millones de pesos en agosto, monto 0.05 por ciento menor en términos nominales y 4.6 por ciento más bajo en términos reales respecto a los 48 mil 482 millones reportados en el octavo mes del año pasado.

Sin embargo, al hacer la comparación con el mes anterior (julio), cuando el saldo vigente de los financiamientos para vivienda de interés social alcanzó 50 mil 526 millones de pesos, la reducción es de 4 por ciento en términos nominales y de 8.7 por ciento en términos reales.

Los créditos a la vivienda representan 22.2 por ciento de la cartera vigente total y el avance es impulsado por los créditos residenciales, que crecen gracias a la resiliente demanda de hogares y el fácil acceso a hipotecas. Este mes, se colocaron 9.8 mil millones de pesos en préstamos residenciales, indicaron analistas de Intercam.

Las denominaciones

Las casas o departamentos cuyo valor comienza en un millón de pesos y no llega a superar 3 millones de pesos son catalogados como vivienda media, mientras los residenciales son los que superan 3 millones.

Ahora, en un entorno en el cual las instituciones financieras se han acoplado a una serie de principios de responsabilidad social, se comienza a escuchar con mayor frecuencia el término de hipotecas verdes, que son aquellas que están certificadas como viviendas cuya contaminación al planeta es casi nula.

Para este tipo de productos, las tasas de interés de las hipotecas rondan entre 8 y 8.75 por ciento; mientras una hipoteca tradicional depende el tipo de producto, ya que hay tasas desde 10 por ciento, hasta 12 o 13 por ciento.

Actualmente, el inventario del segmento de vivienda de interés social está contenido y vive una situación de escasez, a pesar de que este tipo de solución habitacional tiene una elevada demanda por nuevos hogares, residentes y habitantes que necesitan una casa o departamento en las distintas plazas del país, dijo en entrevista Leonardo González, analista real estate y de proptech para el portal propiedades.com.

Expuso que la evolución de los precios de la vivienda ha sido persistente al alza, lo que ha encarecido las opciones habitacionales, aun cuando se han observado ajustes reales al alza en el salario de los trabajadores, lo cual hace que la brecha de los precios de los inmuebles residenciales respecto al poder adquisitivo de la población se haya ampliado.

Esta situación es, actualmente, uno de los principales retos del sector vivienda. Esto permitiría recuperar la viabilidad y garantizar la oferta de nuevas unidades de este segmento habitacional. El mercado presenta una situación de un extenso rezago habitacional cercano a 9 millones de viviendas, por lo que se requiere de una mayor dosis de innovación y diseño de instrumentos para potenciar el desarrollo y edificación de este tipo de unidades residenciales, mencionó el experto.

González precisó que, también, el entorno actual de las tasas hipotecarias no es favorable, pues los altos niveles de estas han significado una contracción en la colocación hipotecaria; donde se ha posicionado al mercado de renta o alquiler como una opción más atractiva para los usuarios, sobre todo de la población más joven.

Respecto de las hipotecas verdes, el especialista detalló que actualmente se perfila la necesidad de incrementar el financiamiento de viviendas con una mayor eficiencia energética y ambiental, así como el uso de tecnologías ecológicas que estén vinculadas al proceso de adquisición de todos los segmentos habitacionales, incluido el caso de interés social, lo cual sirve para incentivar un menor costo financiero y de gasto en agua, luz y gas.

Esto ha impulsado la adquisición de vivienda usada en el mercado secundario, así como otras opciones de remodelación o nuevas fórmulas habitacionales por parte de los usuarios de este mercado; sin embargo, la vivienda social no tiene niveles de rentabilidad que garanticen su viabilidad comercial, por lo que se vive esta situación de contracción de oferta, agregó.