En México 11 por ciento de las mujeres de más de 30 años y 15 por ciento de los hombres en ese mismo rango de edad tienen alto riesgo cardiovascular, precisó Abel Pavía, cardiólogo intervencionista y coordinador de las Guías de Práctica Clínica de la Sociedad Mexicana de Cardiología (SMC) en dislipidemia y aterosclerosis.

En vísperas del Día Mundial del Corazón sostuvo que los triglicéridos elevados y la dislipidemia mixta inciden directamente en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, padecimientos subdiagnosticados en el país que afectan a uno de cada cinco de quienes tienen diabetes, síndrome metabólico y obesidad.

Esa condición se caracteriza por niveles normales o elevados de colesterol LDL o malo (superiores a 200 miligramos por decilitro) y triglicéridos en sangre en más de 150 miligramos/decilitro, así como bajas concentraciones de colesterol HDL o bueno inferiores a 40 miligramos/decilitro. Este último regula el equilibrio de los triglicéridos y el LDL en el organismo.

Dicha enfermedad es un factor de riesgo crucial, pues los niveles altos de LDL y triglicéridos contribuyen a la acumulación de placa en las arterias, que al verse obstruidas generan un peligro cardiovascular. A nivel clínico podemos sospechar si el paciente tiene dislipidemia mixta en el momento de verificar si su diámetro abdominal es mayor del que corresponde a su género. Los reportes de laboratorio nos dirán los niveles de triglicéridos y colesterol, con ello se puede establecer la estrategia de control.

En conferencia de prensa, Ángelo Quiroz, gerente médico de Laboratorios Silanes, sostuvo que la triada lipídica, colesterol malo alto, colesterol bueno bajo y triglicéridos altos, es muy común en los mexicanos, sobre todo por el alto consumo de carbohidratos, grasas saturadas y baja ingesta de pescado, que eleva el colesterol HDL (bueno).

El especialista añadió que actualmente 75 por ciento de los mexicanos viven con sobrepeso y obesidad y, de acuerdo con cifras del Inegi, el año pasado murieron más 200 mil personas por enfermedades cardiovasculares.

Explicó que el colesterol malo y los triglicéridos empiezan a hacer una placa dentro de las arterias, se forma un depósito dentro de la pared arterial, la luz del vaso disminuye y esto causa infarto al miocardio o eventos vasculares a nivel cerebral”. Para prevenir estas situaciones se debe promover actividad física y alimentación saludable y tratamiento farmacológico.

Remarcó que el tratamiento con la combinación de atorvastatina y fenofibrato, logró que pacientes con dislipidemia mixta redujeran 49 por ciento sus triglicéridos, mientras el LDL bajó 42 por ciento, y aumentó 20 por ciento el colesterol bueno o HDL, lo cual se tradujo en una disminución de más de 30 por ciento de posibilidades de eventos coronarios y del riesgo de mortalidad hasta en 52 por ciento.