Opinión
Ver día anteriorDomingo 10 de septiembre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Ícono arquitectónico
L

a gran casa de todos es la ciudad; la conforman sus calles, edificios, casas, monumentos y parques. De manera importante son obra de los arquitectos e ingenieros que la diseñan y rediseñan, según el caso, con poco o mucho talento.

Hay algunos que han dejado una marca indeleble en la Ciudad de México y en varios lugares de nuestro país. Uno es el arquitecto Pedro Moctezuma Díaz Infante, quien este año cumpliría 100.

Nació en San Luis Potosí en 1923 y falleció en la ciudad de México en 2011. Con una vocación clara desde niño, al quedar huérfano de padre a los 12 años, pasó innumerables penurias para lograr su sueño de ser arquitecto.

Lo logró y formó parte de una generación que marcó un cambio en la Escuela de Arquitectura de la UNAM. Fue compañero de los que serían –igual que él– destacados arquitectos como Abraham Zabludovsky, Teodoro González de León, Agustín Hernández y Guillermo Rossell. El célebre José Villagrán García –considerado el más importante teórico de la arquitectura mexicana– fue uno de sus principales mentores.

En 1976 diseñó el que fue por muchos años el rascacielos más alto de la ciudad, la Torre Ejecutiva de Pemex. Ahora parece fácil, pero en su momento su construcción fue una hazaña.

Para cimentarla se construyeron 164 pilotes de concreto armado que se encajaron a 32 metros de profundidad. La estructura de 214 metros de altura es de acero con entrepisos de losacero y concreto ligero; contiene 53 plantas además de dos niveles subterráneos de estacionamiento y un helipuerto. En sus 94 mil 600 metros cuadrados de construcción tiene capacidad para 11 mil personas, que pueden ser desalojadas en media hora.

Se considera uno de los edificios súper resistentes, ya que es de los pocos rascacielos de más de 50 plantas, edificado en zonas de alto riesgo sísmico en el mundo y salió sin ningún vidrio roto en el terremoto del 19 de septiembre de 1985, en el de la misma fecha de 2017 y en todos los sucedidos desde su inauguración, en 1982. Hay que decir que, de sus innumerables construcciones, ninguna ha padecido ningún daño por los sismos.

Para Pemex también construyó la Superintendencia General en Poza Rica, Veracruz ; el Centro Administrativo en la Ciudad de México, y el Hospital Central.

Hizo una impresionante cantidad de obras de muy diferentes características y magnitud. Para ello fue fundamental su capacidad para dirigir colectivos de arquitectos, ingenieros, albañiles, artesanos y comunidades indígenas.

El resultado se vio en hospitales, escuelas, carreteras, naves industriales, centros urbanos, viviendas, auditorios, aeropuertos, el centro de energía nuclear, edificios gubernamentales, deportivos, parques, guarderías y viveros.

Hay que destacar que se caracterizó por la gran cantidad de innovaciones tecnológicas que incorporó en muchas de las obras; se puede considerar un ícono de la arquitectura moderna de nuestro país.

Un aspecto relevante de Moctezuma fue su acendrado patriotismo y profundo nacionalismo. Tuvo el privilegio de cortar con tenazas la malla y entrar a recuperar El Chamizal, del que Estados Unidos nos había despojado. Con el fin de que fuera para el disfrute de los mexicanos, urbanizó el territorio, sembró 600 mil árboles y construyó un hermoso parque y un deportivo.

En el Vaticano, en 1964, cuando en una entrevista oficial y secreta con el papa Paulo VI, éste le exigió que se cambiaran los artículos 3, 27, 123 y 130 de la Constitución, para restablecer relaciones, Moctezuma le dijo: “Esos artículos son producto de la Revolución Mexicana que costó millones de muertos… y nunca se van a cambiar”; así concluyó su misión diplomática (años después lo hizo Carlos Salinas).

Fomentó el muralismo en sus obras y junto con el maestro Francisco Eppens Helguera, también oriundo de San Luis Potosí, diseñó en 1968 el moderno escudo nacional con el águila erguida y orgullosa.

Se dice que en México todos los funcionarios y los políticos son corruptos, pero Pedro Moctezuma es un ejemplo de un hombre que trabajó intensamente no sólo con gran pasión sino con absoluta honradez; en medio de un régimen de corrupción administró obras millonarias sin tomar un solo peso.

Fue un impecable servidor público, padre de 11 hijos, que siempre cimentó su economía familiar únicamente en su sueldo y trabajó mucho para mantenerlos con dignidad. Es de los modelos positivos que hay que recordar una y otra vez. En el centenario de su nacimiento le rendimos homenaje.