Jueves 7 de septiembre de 2023, p. 25
Ginebra. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió ayer que la tierra registró los tres meses más calurosos de su historia, al tiempo que el servicio europeo de Cambio Climático Copérnico, de la Unión Europea, aseveró que las temperaturas globales de la superficie del mar alcanzaron máximos sin precedente y el hielo marino antártico su mínimo histórico para esta época del año.
La canícula del verano no sólo ladra, sino que muerde; el colapso climático ha comenzado
, alertó el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, en un comunicado.
El aumento de las temperaturas exige que se tomen medidas. Los líderes deben acelerar la búsqueda de soluciones climáticas. Todavía podemos evitar lo peor del caos climático, y no tenemos tiempo que perder
, añadió Guterres.
Según el boletín climático mensual, el mes pasado no fue sólo el agosto más cálido jamás registrado por los científicos con equipos modernos, sino que fue también el segundo mes más caluroso de la historia, sólo detrás de julio de 2023.
Agosto fue casi 1.5 grados Celsius más cálido que el promedio preindustrial de 1850-1900, que es el umbral de calentamiento que el mundo está tratando de no superar.
El hielo marino, en nivel mínimo
Según la información de Copérnico, la extensión del hielo marino antártico se mantuvo en un nivel bajo récord para la época del año, con un valor mensual 12 por ciento inferior a la media.
La temperatura de los océanos, que ocupan más de 70 por ciento de la superficie terrestre, fue la más elevada registrada nunca, con casi 21 grados Celsius y se han batido marcas de temperaturas elevadas durante tres meses consecutivos, apuntaron la OMM y Copérnico.
En este contexto, alrededor de 90 por ciento del exceso de calor asociado al calentamiento global ha sido absorbido por el océano; la agencia de meteorología señala que 27 por ciento del océano mundial experimenta una ola de calor marina desde agosto pasado, lo que además de afectar al medio marino y a los ecosistemas asociados, impulsa el desarrollo de ciclones tropicales.
Hasta ahora, 2023 es el segundo año más caluroso desde que se tienen registros, por detrás de 2016, según Copernicus.
En tanto, en Brasil, en el estado de Rio do Sul, al menos 31 personas murieron por el paso de un devastador ciclón, según las autoridades.