Guadalajara, Jal., La poeta mexicana Coral Bracho (Ciudad de México, 1951) ganó la edición 33 del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances por su continuada indagación en la poesía y en el peso de la palabra escrita; además, su poesía se pregunta por las maneras en que el mundo se descubre, detalló el acta del jurado revelada ayer.

Bracho se convirtió en la segunda mexicana a quien se otorga el galardón (Margo Glantz, 2010), en una designación del jurado que además premia a una mujer y a una poeta que afirmó, en entrevista vía remota hasta el salón del hotel Barceló en esta capital, donde se realizó la rueda de prensa, que aunque a muchos les parece extraño el género, si nos acercamos a ella tendremos momentos de vislumbramiento.

Vittoria Borsó, presidenta del jurado del Premio FIL 2023, dijo tras dar a conocer el nombre de la ganadora este año: La poesía de Coral Bracho se pregunta por las maneras en que el mundo se descubre y nombra, provocando una inteligencia sensible de la instancia lectora. Su trabajo se vuelve un archivo de experiencias vitales donde se piensa el olvido, la enfermedad, el dolor y la muerte.

Se reconoce a Coral Bracho como destacada poeta neobarroca, esencial para la lengua continental y la literatura mundial, agregó Borsó.

En entrevista, Bracho reveló que originalmente le interesaba el estudio de la mente, pero que tuvo oportunidad de participar en un coro con distintos directores de orquesta, lo cual le abrió otros caminos para dedicarse “de alguna forma al arte.

Ya más grande, como a los 12 años, después de la muerte de mi padre, fui a Francia, estuve interna unos meses ahí; en la escuela conocí de la poesía que me deslumbró, su contacto con el sonido y los sentidos, compartió.

Al preguntarle sobre la inteligencia artificial y su uso para la creación literaria, opinó que la conciencia y el inconsciente, las artes, todo eso reunido no le preocupa con relación a la poesía, porque podrán copiarla, hacer simulaciones, pero lo que verdaderamente toca la poesía en el ser humano, en términos de libertad, percepción, cognitivos, emotivos, difícilmente lo podrá copiar la inteligencia artificial.

Afirmó que a lo largo de su vida ha pasado por muchas etapas, escribiendo poemas de crítica social, de política, aunque en los años recientes tuvo una nueva experiencia con su madre, quien padece Alzheimer.

Por fortuna, he podido escuchar, ver y comprender a qué grado esa enfermedad es una forma de estar en el mundo que se acerca mucho al de la niñez, ver al mundo como algo nuevo y sorprendente, lo que fue muy conmovedor.

Refirió que los jóvenes deben abrirse a la poesía para ser más sensibles y acercarse a una realidad de una manera que los sorprenda y que los haga ver la vida con intensidad.

Marisol Schulz Manaut, directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, recordó que el Premio FIL y otros reconocimientos que se entregan durante la celebración de la feria son parte del legado de Raúl Padilla López, presidente fundador de la FIL Guadalajara, quien falleció en abril pasado.

Se informó que para esta edición del Premio FIL se recibieron 59 candidaturas, en las que se postularon 49 escritoras y escritores de 22 países como Bélgica, España, Francia, Guatemala, Haití, Congo, Ruanda y Senegal, entre otros.

El jurado este año estuvo integrado por Antonio Sáez Delgado, de España; Ignacio Sánchez Prado, de México; Javier Guerrero, de Venezuela; Michi Strausfeld, de Alemania; Oana Fotache Dubălaru, de Rumania; Sandra Ozzola, de Italia, y Borsó, de Alemania.