Mundo
Ver día anteriorSábado 19 de agosto de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Elecciones en Guatemala

Fue exonerada de financiamiento ilegal

Sandra Torres cambia la plataforma progresista por la de ultraderecha

Recibe apoyo de la Fundación contra el Terrorismo y de una élite militar acusada de crímenes letales

Foto
▲ Sandra Torres aseguró ayer en su cierre de campaña en la capital guatemalteca que la ignorancia es la riqueza de nuestro pueblo.Foto Ap
Enviada
Periódico La Jornada
Sábado 19 de agosto de 2023, p. 22

Guatemala. La candidata a la presidencia Sandra Torres fue vicepresidenta de la Internacional Socialista. En el gobierno de su ex marido Álvaro Colom (2008-2012), aplicó algunos de los programas sociales de mayor impacto que han tenido los guatemaltecos en un país donde poco o nada importa a los gobernantes la economía redistributiva. Pero en estas elecciones que se definen mañana mutó. Se fue al polo opuesto, abrazando las banderas más conservadoras y dejándose arropar y financiar por una ultraderecha conformada por la vieja casta militar represora, líderes evangélicos y políticos del llamado pacto corrupto.

Julio Solórzano Foppa, creador del Memorial para la Concordia, comenta: Parece que vendió su alma al diablo.

En la tribuna, sobre todo en sus recientes actos de campaña, es una mujer furiosa. Ha dicho que los de Semilla todos son afeminados y una partida de huecos (palabra soez para decir homosexual). Le llama uruguayo porque nació en Montevideo cuando su padre, el ex presidente Juan José Arévalo (1945-1951) estaba en el exilio.

Su partido, Unión de la Esperanza, ha ordenado a sus representantes en las mesas electorales como una directriz sí o sí impugnar todos los resultados que no le favorezcan.

Y ayer, en su último mitin de campaña, que no reunió ni a 200 personas en la plaza La Terminal, soltó esta joya: “Ellos –los de Semilla– se dicen pensantes, nos dicen ignorantes. ¡Pues la ignorancia es la riqueza de nuestro pueblo!”. Entre la rala concurrencia nadie aplaudió. Los presentes estaban más pendientes del reparto de las despensas, los mandiles, las mochilas y cantimploras.

Tampoco hicieron mucho caso cuando la candidata blandió unos papeles: El candidato uruguayo, cuando fue diputado, puso una ley para imponer la educación sexual en las escuelas, que incluye, miren bien, las nuevas masculinidades. No vamos a permitir que destruyan a nuestros niños con ideas raras.

Pero Sandra Torres, que es abanderada a la presidencia por tercera vez y siempre quedó en segundo lugar, ha visto caer día a día las preferencias del voto por ella que proyectan las casas encuestadoras. En la primera vuelta obtuvo un 15 por ciento. Arévalo 12 por ciento. Pero los votos nulos y el abstencionismo sumaron casi 50 por ciento. Esa franja en disputa, al parecer, se ha decantado por su contrincante.

En 2011, siendo su marido el presidente Álvaro Colom, aspiró a la candidatura, pero por su matrimonio estuvo impedida legalmente. Se divorció. Compitió contra Jimmy Morales en 2015.

Una investigación judicial descubrió que había recibido un financiamiento de 27 millones de dólares para su campaña de origen ilícito. Y volvió a competir en 2019 contra Alejandro Giammattei y nuevamente quedó en segundo lugar y revivieron su caso judicial. Fue encarcelada en 2019. Paso un año en prisión y otro en arresto domiciliario.

Fue exonerada el año pasado y la Fiscalía Anticorrupción, hoy implacable contra Arévalo, no impugnó y a la fecha la tiene por perdonada.

Uno de sus asesores de campaña es el español Antonio Solá, quien moldeó la imagen de muchos de los mandatarios de la derecha latinoamericana, entre ellos a Vicente Fox y Felipe Calderón.

Fue despreciada consistentemente por la casta militar, la élite económica y sus partidos. Pero esto ha cambiado.

La Fundación contra el Terrorismo, una agrupación oscura que mueve los hilos de todas las campañas de la extrema derecha, ahora la ha adoptado. Mandó poner una barda monumental que reza un lema no precisamente afectuoso: Todo menos Arévalo.

Asimismo, la Asociación de Veteranos militares encabezada por 13 viejos generales y coroneles con un pasado de crímenes de lesa humanidad salieron a apoyarla.