Editorial
La reciente captura de unos padres agresores de una maestra en su centro de trabajo, llevó al cateo de su domicilio. Ahí se encontraron animales en condiciones tan precarias que llevaron a abrir una carpeta de investigación por el ilícito de maltrato animal. Más allá de la impunidad esperada por los perpetradores, el hallazgo de animales maltratados demuestra el argumento de animalistas sobre la necesidad de sancionar a quienes maltratan a animales, por mostrar rasgos que hacen esperable que ese ánimo agresor, inicialmente encausado hacia animales, pueda reencausarse contra personas.
Editor Ricardo Guzmán Wolffer