Víctor M. Toledo: visionario impulsor de la bioculturalidad
La/os integrantes de la Red de Patrimonio Biocultural de México dedicamos las contribuciones sobre “Biocultura y Territorios de Vida en México”, de este número de la Jornada del Campo, a nuestro querido amigo, maestro y colega Víctor Manuel Toledo Manzur, apasionado por la vida y de las ciencias para la vida.
Su sensibilidad polifónica y científica ha avanzado por los terrenos de la inter y la transdisciplinariedad, para abrirnos una diversidad de caminos que abarcan desde los conocimientos de los hombres y mujeres de campo, la visionaria propuesta teórica de la etnoecología, la crítica a la sustentabilidad insustancial, la memoria biocultural, la agroecología en su perspectiva radical, y el diálogo fructífero entre bioculturalidad, ecología política y metabolismo social.
Sus tempranas experiencias desde la UNAM, al frente de la dirección de la Reserva de Los Tuxtlas y el Proyecto etnobiológico del Uxpanapa, lo llevó a vivir y conocer de primera mano, la destrucción de las selvas de México y el desarraigo de pueblos enteros de sus territorios, en nombre de un supuesto desarrollo.
Pronto se percató de que para conservar la naturaleza, no se debían disociar los estudios de la biología y la ecología de la conservación, de la comprensión de los conocimientos, las prácticas y los procesos sociales mediante los cuales los pueblos indígenas y comunidades locales, han creado, conservado y utilizado al mismo tiempo, las selvas y bosques, desierto, lagos y ríos, desde miles de años atrás.
Sus excepcionales capacidades de asombro y síntesis, ante las otras maneras de entender la naturaleza, le conducen a elaborar la idea interdisciplinaria de la bioculturalidad, como la línea de pensamiento para la defensa y desarrollo de lo propio, donde los patrimonios bioculturales de los campesinos e indígenas se articulan en las luchas sociales para enfrentar al capital y al neoliberalismo depredador de regiones y pueblos enteros del planeta.
Víctor M. Toledo ha sido un visionario y explorador de la defensa y promoción de otras formas de conciencia para habitar y construir el mundo. Una construcción que visibiliza la posibilidad esperanzadora de resiliencia civilizatoria ante la situación catastrófica de la crisis climática. Es uno de los fundadores de la corriente de estudios del pensamiento de la diversidad biocultural a nivel mundial que complementa con sus aportes a la ecología política y con la crítica al concepto de sustentabilidad. Su obra global es un ejemplo vivo del pensamiento crítico, transgresor y complejo, entre la ecología y las ciencias sociales. La etnoecología que denominó como ciencia híbrida desde la complejidad, la fue elaborando y compartiendo con diversos colegas a lo largo de los años. A él le debemos las originales y creativas incursiones teórico prácticas de otras maneras de pensar, sentir, dialogar y actuar junto con mujeres y hombres campesinos e indígenas, sintientes, pensantes y parlantes de los ecosistemas y en defensa de sus territorios bioculturales.
Toledo es también un académico ejemplar en muchos sentidos. Su compromiso con las causas indígenas y campesinas del país y de América Latina, derivan del sentido de responsabilidad que deben asumir los universitarios formados y apoyados por una universidad o institución pública. La libertad de cátedra y de investigación de que gozan quienes trabajan en la UNAM y en las Instituciones de Educación Superior del país, él las traduce en un compromiso ético y político con el México profundo.
¡Larga vida a sus ideas y legado biocultural! •