"La Jornada del Campo"
Número 189 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
Miscelánea

La situación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios

Benjamin Davis Director de la División de Transformación Rural Inclusiva e Igualdad de Género (ESP)

Mas de 4 mil millones de personas viven en hogares que dependen de los sistemas agroalimentarios para su sustento. Sin embargo, la mitad de ellos son mujeres que no pueden desarrollar todo su potencial. Las mujeres se ven frenadas por la desigualdad y la discriminación; marginadas y privadas de capacidad de acción; trabajando en peores condiciones y con salarios más bajos; soportando una carga mayor de los trabajos de cuidado y no remunerados.

Un reciente informe de la FAO sobre la “Situación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios”. (FAO. 2023. The status of women in agrifood systems. Rome.) demuestra que los sistemas agroalimentarios constituyen una fuente de sustento más importante para estas que para los hombres. Así pues, empoderar a las mujeres y cerrar la brecha de género en los sistemas agroalimentarios mejora el bienestar de las mujeres y sus hogares, lo cual significa reducir el hambre, impulsar la generación de ingresos y fortalecer la resiliencia.

Los sistemas agroalimentarios son una importante fuente de empleo de las mujeres. En 2019, a nivel mundial, el 36 % de las mujeres y el 38 % de los hombres que trabajaban lo hacían en sistemas agroalimentarios. En muchos países, los sistemas agroalimentarios constituyen una fuente de sustento más importante para las mujeres que para los hombres. Por ejemplo, en el África subsahariana, el 66 % del empleo de las mujeres guarda relación con los sistemas agroalimentarios, en comparación con el 60 % del empleo de los hombres.

En América Latina y el Caribe, en 2019, el 25% de las mujeres que trabajan estaban empleadas en los sistemas agroalimentarios. La mayoría de las mujeres en América Latina y el Caribe trabajan fuera de la agricultura: en 2019, el 71% de las mujeres trabajando en los sistemas agroalimentarias estaban empleadas en trabajos no agrícolas, en comparación con el 44% de los hombres.

Pese a la importancia que revisten los sistemas agroalimentarios para los medios de vida de las mujeres y el bienestar de sus familias, las mujeres tienden a desempeñar funciones que se consideran secundarias y a tener peores condiciones laborales que las de los hombres—irregulares, informales, a tiempo parcial, de escasa cualificación, laboriosas y, por lo tanto, precarias. Las mujeres ganan en promedio un 18.4 % menos que los hombres en el empleo asalariado en la agricultura; esto significa que reciben 82 centavos por cada dólar de los EE.UU. que ganan los hombres.

Las mujeres tienen una mayor carga en el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, aspecto que contribuye a las desigualdades en la participación y los resultados en el mercado laboral. A nivel mundial, en promedio, las mujeres dedican 4.2 horas diarias al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, mientras que los hombres dedican 1.9 horas.

El acceso de las mujeres a tierras, insumos, servicios, medios financieros y tecnología digital —fundamental para trabajar en los sistemas agroalimentarios— sigue siendo inferior al de los hombres. Es alarmante observar lo poco que se ha cerrado la brecha en los últimos diez años en relación con el acceso de las mujeres a la tierra, los servicios de extensión, el riego y la propiedad del ganado en el último decenio, aunque es alentador que se esté reduciendo la brecha en cuanto a su acceso a servicios financieros, Internet móvil y teléfonos móviles.

Las mujeres en la agricultura siguen teniendo menos acceso que los hombres a insumos, entre ellos semillas mejoradas, fertilizantes y equipo mecanizado. Como consecuencia de estas desigualdades y la discriminación, en la productividad de la tierra en explotaciones del mismo tamaño administradas por mujeres y hombres existe una brecha de género del 24 %.

Los mecanismos de supervivencia y la resiliencia ante los crises y conflictos están determinados por las desigualdades de género, y los crises y conflictos perjudican más a los medios de vida de las mujeres. A nivel mundial, el 22 % de las mujeres perdieron su empleo en el sistema agroalimentario no agrícola en el primer año de la pandemia de Covid-19, en comparación con solo el 2 % de los hombres.

A nivel global, la brecha entre hombres y mujeres en la inseguridad alimentaria se amplió de 1,7 puntos porcentuales en 2019 a 4,3 puntos porcentuales en 2021. América Latina y el Caribe presentó el peor dato entre todas las regiones—la brecha en la inseguridad alimentaria entre mujeres y hombres aumentó de 6.4 puntos porcentuales a 11.3 puntos porcentuales entre 2019 y 2021.

Si se cerrara la brecha de género en la productividad agrícola y se suprimiera la diferencia salarial existente en los sistemas agroalimentarios, el producto interno bruto mundial aumentaría un 1 % (casi un billón de USD). Con ello la inseguridad alimentaria mundial se reduciría en alrededor de dos puntos porcentuales, y el número de personas con inseguridad alimentaria se reduciría en 45 millones.

La reducción de las desigualdades de género en los medios de vida, el acceso a los recursos y la resiliencia en los sistemas agroalimentarios es un paso decisivo para avanzar en la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, así como hacía unos sistemas agroalimentarios más equitativos y sostenibles.

También es fundamental mejorar la productividad y cerrar la brecha relacionada con el acceso a activos y recursos. Las intervenciones con más éxito son las que abordan la carga de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, fortalecen las capacidades de las mujeres mediante actividades de formación y capacitación, aumentan el acceso a tecnología y recursos, y acrecientan la seguridad en la tenencia de la tierra.

Este artículo está basado en la publicación “La situación de las mujeres en los sistemas agroalimentarios. Panorama general”, que ofrece un resumen del informe completo “The Status of Women in Agrifood Systems” elaborado por la FAO. •