ara el primer trimestre de este año 2023 se cuenta con diversas estimaciones sobre el monto de la deuda mundial, privada y pública. Son montos agregados del endeudamiento de hogares sumado al de corporaciones y no corporaciones, tanto financieras como no financieras. Asimismo, de gobiernos y empresas públicas, aunque de estas últimas parece ser más complicado tener información mundial.
La información más oportuna se puede obtener de registros periódicos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). Pues bien, con base en ellos –y diversos reportes oficiales– varios organismos públicos y privados –entre ellos el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés)– ofrecen significativos, interesantes y oportunos datos sobre el endeudamiento mundial (https://www.iif.com/Products/Global-Debt-Monitor).
¿De qué números de deuda hablamos? A decir del IIF, de 305,000 miles de millones de dólares de endeudamiento mundial, monto que de manera inmediata se vincula a un PIB (GDP, también por sus siglas en inglés), que para el primer trimestre de este año, se estimó en cerca de 98,000 miles de millones de dólares.
Sí, el mundo debe hoy poco más de tres veces su producto. ¿Qué sucede en Estados Unidos?, pues que nuestros vecinos tienen una deuda global –pública y privada– del orden de 95,000 miles de millones de dólares. Es decir, concentran poco más de 31 por ciento del endeudamiento mundial. En cambio, con 26,500 miles de millones de dólares de GDP, representan cerca de 27 por ciento del producto mundial. Cuatro puntos porcentuales menos, que es muchísimo. En consecuencia, casi deben cuatro veces su producto anual.
Así, si el mundo y nuestros vecinos destinaran ese producto anual al pago de su deuda, requeriría poco más de tres y cuatro años, respectivamente, para ello. Un aspecto sustancial de esta deuda es sin duda su composición por deudor. Otro sería, también su composición por acreedor.
Veamos hoy el primer caso, el de deudores. El sector privado mundial es responsable de 72 por ciento del endeudamiento mundial, el sector público mundial de 28 por ciento restante.
Al interior del sector privado, los hogares del mundo son responsables de 19 por ciento de la deuda mundial, en consecuencia, las corporaciones privadas cargan con 53 por ciento, 30 por ciento las corporaciones no financieras y 23 por ciento las corporaciones financieras.
En el caso de Estados Unidos, el sector privado es responsable de 68 por ciento, el sector público –federal, estatal y local– es responsable de 32 por ciento del endeudamiento global, es decir, tiene deudas del orden de 30 mil 375 miles de millones de dólares. Los 63 mil 122 miles de millones restantes son responsabilidad del sector privado. De ese total, los casi 130 millones de hogares estadunidenses deben actualmente cerca de 19,159 miles de millones de dólares, correspondientes a por 20 ciento del total de la deuda vecina. Y los organismos privados no financieros y financieros tienen un endeudamiento del orden de 17 mil 569 mil millones de dólares, que representan 26 por ciento de la deuda total.
Conviene ver en perspectiva –pasado y futuro– lo que ha acontecido y puede acontecer con este tremendo endeudamiento. Sí, a largo plazo, e incluir en el análisis nuestra deuda, pública y privada.
Lo cierto es que para el caso de nuestros vecinos, a partir de los años 70 se aceleró el ritmo del endeudamiento de la economía y al inicio de los años 80 aumentó su velocidad como pocas veces en la historia. Este desboque
hizo que la relación de la deuda con el producto variara de poco menos de dos veces a poco más de cuatro veces, como de hecho se sostiene actualmente.
Pero ya profundizaremos en esto, sobre todo, en el análisis de acreedores, donde Japón y China son altamente relevantes para nuestros vecinos. De veras.