Concluyó 190 clínicas y hospitales que estuvieron abandonados
Contrató a 3 mil 999 trabajadores para atender la emergencia sanitaria
Martes 23 de mayo de 2023, p. 17
En su último informe de actividades, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) –cuya extinción se concretará una vez que se publique el decreto de reforma a la Ley General de Salud aprobada en abril pasado– enlistó las acciones realizadas desde su creación en enero de 2020, en particular durante la pandemia de covid-19 y lo efectuado para fortalecer los servicios de salud en Oaxaca, Durango, Guerrero, Sonora y Ciudad de México.
Resalta la adquisición de 232 millones de vacunas contra el coronavirus y 300 mil tratamientos del antiviral Paxlovid, único con eficacia para controlar la infección y evitar complicaciones graves y muertes. No incluyó la información sobre el dinero invertido en estos rubros.
De hecho, en el aspecto económico, el documento carece de los datos sobre la situación financiera del Insabi y sobre todo, del Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi, antes de protección contra gastos catastróficos).
Se limita a mencionar el monto de las transferencias líquidas realizadas a los estados que, en 2022, fueron 49 mil 486 millones 89 mil 344 pesos. Se suman poco más de 10 mil 756 millones de pesos, equivalentes a 32 por ciento del total, retenidos por el Insabi para la compra, entre otros, de insumos médicos que también envió a los servicios estatales de salud.
Otras cantidades mencionadas son los 197.7 mil millones de pesos para la compra de medicamentos para los años 2023 y 2024, donde obtuvo ahorros por 48 mil millones de pesos. Es de recordar que esta fue la primera vez que el instituto adquirió la totalidad de los insumos médicos del sector público.
Para la conclusión de 190 clínicas y hospitales, de 327 que durante años estuvieron abandonadas, el organismo destinó 13 mil 851 millones de pesos. Fueron 61 hospitales en 26 estados y 129 centros de salud en 18 entidades, los cuales también recibieron equipos, personal y en el caso de las unidades de primer nivel de atención, se les dotó de servicios básicos (energía eléctrica, agua y drenaje).
Otros 4 mil 382.6 millones de pesos se asignaron en labores de mantenimiento de 169 nosocomios en 23 estados y 4 mil 352 centros de salud en todo el país. En este caso, el informe resalta que fueron trabajos en áreas fundamentales como cuarto de máquinas, red de agua potable, drenaje, electricidad y gases medicinales, entre otros.
Con los recursos del Insabi también se adquirieron equipos médicos con un valor de 13 mil 245 millones de pesos. Se distribuyeron en 4 mil 800 unidades de los tres niveles de atención de 21 estados de la República.
Una labor destacada en el documento es la contratación de personal para la atención de la emergencia por covid-19: 3 mil 999 trabajadores para los institutos nacionales de salud y hospitales de alta especialidad, quienes al término de la fase crítica de atención, con apoyo financiero de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, fueron contratados de manera definitiva.
En ese periodo, el Insabi también empleó a 16 mil 751 profesionales de la salud para las 32 entidades federativas, mismos que después fueron reubicados en unidades médicas de los mismos estados con plazas de base.
Adicionalmente, el reporte del Insabi destaca la contratación de 24 mil 140 empleados asignados a establecimientos de los tres niveles, así como 6 mil 557 para atender las zonas de alta y muy alta marginación del país.
Debido a que la misión del Insabi era garantizar la atención y medicamentos gratuitos para personas sin acceso a la seguridad social en el país, durante estos años llevó a cabo algunas acciones, como el cierre de las cajas de cobro de cuotas de recuperación en los servicios médicos de 30 estados y la instalación de farmacias gratuitas dentro de las unidades médicas.