Ambos países integraron un expediente, basado en transmitir los saberes a las futuras generaciones, explica Silvia Olvera
Martes 16 de mayo de 2023, p. 5
Bolero, identidad, emoción y poesía hecho canción, así nombraron el expediente del proyecto binacional entre Cuba y México que desea que el género romántico sea incluido, en noviembre, en la lista representativa de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
El bolero, historia de amor en 32 compases, nació en Cuba pero llegó a México hace 100 años. Es un género que se ejecuta y disfruta con solistas, tríos, orquestas de todo tipo o mariachi. Se acompaña con piano, percusiones y alientos, aunque la guitarra es de gran importancia, sobre el tradicional requinto.
Es una práctica popular que se escucha en el contexto familiar, en fiestas, serenatas, bohemias o peñas; también en salas de conciertos, restaurantes, bares, parques y plazas… El gusto por escucharlo e interpretarlo se transmite de generación en generación, de padres y abuelos a hijos y nietos, gracias a la práctica cotidiana, a la tradición oral y por imitación. El contenido de sus canciones alude a la vida diaria, al amor. Es un reflejo del imaginario afectivo.
Silvia Olvera, quie lleva el expediente, confía en que sea declarado. Para compartir sobre este importante plan de salvaguardia que hará preservar al género para futuras generaciones, platica con La Jornada a fin de dar a conocer cómo va este proyecto que une a los dos pueblos.
El bolero es un patrimonio que nos une y nos ha hecho crear juntos. Encierra valores intrínsecos al ser humano. Es un género que despierta emociones. Encierra lo que somos. Con la Unesco o sin ésta, lo seguiremos practicando. Pero si es declarado patrimonio intangible, fortalecería la práctica de las personas en procesos autogestivos. Queremos que sea un elemento cultural dignificante, que nos permita vernos en un espejo
, afirma Olvera, quien desde un inicio se asesoró con filósofos y etnomusicólogos... y así comenzó su periplo, que culminará en noviembre, en París, donde darán a conocer el veredicto.
Comunicación constante
En marzo de 2022, y de la mano con Cuba, se inició el desarrollo del expediente, cuyo proceso de evaluación ya comenzó con un video –de 10 minutos, en el que se ve a cantantes mexicanos y cubanos– que el equipo de Cuba y México envió a Francia para solicitar la candidatura.
Olvera agrega que se envió información complementaria para fortalecer el expediente y se ha mantenido en comunicación constante con Cuba para de realizar actividades conjuntas. Explica que el plan de salvaguardia se basa en cumplir la convocatoria de la Unesco, que solicita armar un expediente, el cual se compone, por un lado, del llenado de un formulario que se centra en la práctica cultural, en la manifestación que el país desea registrar, además de un video de 10 minutos y fotografías. Luego viene un proceso de evaluación, digamos, un primer filtro, en el que mandan una revisión y detalles que falten.
¿Por qué el bolero?
se pregunta Silvia Olvera. Porque da origen a otras manifestaciones de música que han enriquecido a distintas generaciones de todo México
.
Para conseguir que el proyecto sea aceptado, se están basando en una metodología de tres ejes que se trabajaron al unísono con Cuba.
El primero es la educación y formación: transmitir los saberes
a las futuras generaciones. El segundo es la identificación, visibilización y sensibilización, o sea, que se escuche, se interprete y se baile bolero, y el tercero: fortalecer las capacidades de autogestión de los portadores. Y para ello se trabaja en comunidad hacia el objetivo.
La educación y formación, dice Olvera, es esencial en el ámbito de composición, para esto se crean talleres de interpretación, laudería, sistemas de audio, que se sepan las cosas elementales para la práctica del bolero. En el eje dos está la cara de este género. La difusión y en ello entran las tardes de bolero. Organizar concursos y encuentros con los portadores.
El tercer eje es el que se refiere a la vinculación con los portadores, los intérpretes. Hacer que ellos tengan sus capacidades desarrolladas, generando redes entre ellos para la autogestión
, asegura Olvera, quien comparte que se ha trabajado durante un año en reunión todos los lunes el equipo de Cuba y México.
Portadores, como se dijo, son los que cantan, componen y arreglan boleros. Hicimos, entre Cuba y nosotros, un mapa de actores que nos costó la mitad de la vida para que quedaran la mayoría de los artistas. La intención es fortalecer la práctica del bolero sobre todo con base en estos actores
.
Otro factor decisivo en la consideración de la Unesco, señala Olvera, será cómo podemos generar comunidad a través de la práctica del bolero, lo que en Cuba es más fácil, porque allá es de cada ocho días en distintos sitios, en las peñas. Acá, hemos considerado a la Ciudad de México y a Yucatán como zonas de influencia del género. Por ejemplo, en Tlalpan nos han brindado la plaza del bolero Armando Manzanero, donde ya se realizaron tres conciertos
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El 21 de mayo, adelanta Olvera, se efectuará otra presentación en el Complejo Cultural Los Pinos a las 15 horas, con portadores, que ya fueron seleccionados por el consejo consultivo IBM, así como las piezas a interpretar. La idea es ver cómo los jóvenes resignifican el bolero
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Hay que comentar que la poesía romántica y la modernista tienen fuerte influencia en las letras del bolero, destacando el uso del español como vehículo de comunicación e identidad. El contenido de las canciones alude a la vida cotidiana en las comunidades, generando su arraigo y popularidad en el entorno familiar, vecinal, comunitario y social.
Por eso, considera que “hay grandes esperanzas de que –México y Cuba– tengamos otra manifestación cultural inscrita en la lista de la Unesco.