La ONU, EU y la Unión Europea llaman a un alto el fuego
ONG y agencias de Naciones Unidas suspenden actividades por saqueos
Martes 18 de abril de 2023, p. 27
Jartum. Al menos 185 personas murieron y mil 800 resultaron heridas en los últimos tres días en los combates entre el ejército y un grupo paramilitar que se disputan el poder en Sudán, informó ayer el jefe de la misión de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el país, Volker Perthes, en una jornada en la que la Organización de Naciones Unidas (ONU), Estados Unidos y la Unión Europea (UE) llamaron a un alto el fuego.
En el cielo de Jartum los aviones del general Abdel Fatah Burhan, líder de facto del país desde el golpe de Estado de 2021, intentan imponerse al fuego de los blindados de los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), dirigidos por su número dos, general Mohamed Hamdan Daglo, conocido como Hemedti.
Durante la asonada, Hemedti y Burhan unieron fuerzas contra el primer ministro Abdala Hamdok, quien asumió el cargo tras un acuerdo entre militares y civiles tras el derrocamiento en 2019 del entonces presidente, Omar Bashir. Pero la rivalidad entre los dos generales acabó en violencia el sábado.
Burhan ordenó ayer la disolución de las RSF y las catalogó de grupo rebelde
. Por su parte, Hemedeti acusa al jefe del ejército de ser un islamita radical
que desea mantener a Sudán aislado, en la oscuridad y lejos de la democracia
.
Desde el sábado no han cesado los tiroteos y la aviación apunta, en pleno centro de Jartum, al cuartel general de las RSF, grupo de ex milicianos que participó en la guerra de la región de Darfur y luego se convirtió en refuerzos oficiales del ejército.
Burhan está bombardeando a civiles desde el aire; lo perseguiremos y lo llevaremos ante la justicia
, publicó en inglés el general Daglo en Twitter. En tanto, el ejército afirmó en Facebook que se está acercando el momento de la victoria final
.
Hasta ayer era imposible saber quién controlaba qué, indicó la agencia noticiosa Afp. Las RSF aseguraron haber tomado el aeropuerto y entrado en el palacio presidencial, lo que el ejército negó.
Las fuerzas armadas dicen tener en sus manos el cuartel general de su Estado Mayor, uno de los principales complejos de poder de Jartum. La televisión estatal emite imágenes y declaraciones del ejército, que afirma haber recuperado terreno en muchos lugares.
Al menos dos hospitales de la capital fueron evacuados mientras los cohetes y las balas impactaban en sus paredes
, alertaron los médicos, que afirman haberse quedado sin bolsas de sangre y sin material sanitario.
Los habitantes siguen atrincherados en sus casas, la mayoría sin agua corriente ni electricidad.
Numerosas ONG y agencias de la ONU suspendieron sus actividades ante los saqueos y las graves vulneraciones
cometidas contra su personal. La UE denunció que su embajador Aidan O’Hara fue agredido en su residencia
.
“O’Hara esta bien”, comentó a la agencia Afp Nabila Massrali, portavoz del servicio diplomático de la UE, quien precisó que la delegación no fue desalojada. Antes, el jefe de la diplomacia del bloque, Josep Borrell, informó del ataque y recordó que las autoridades sudanesas tienen la obligación
de garantizar la seguridad de las instalaciones diplomáticas y de sus representantes.
Más de 185 personas murieron y mil 800 resultaron heridas desde que empezaron los choques, detalló el jefe de la misión de la ONU en el país, Volker Perthes, quien alertó que los combates se intensificaron
ayer.
La situación es muy cambiante. Es difícil evaluar en qué sentido evoluciona
, declaró Perthes a la prensa desde Jartum. Ninguno de las dos partes ha comunicado sus pérdidas.
Estados Unidos, la UE y Reino Unido pidieron el fin inmediato
de la violencia, como ya hicieron el fin de semana la Liga Árabe y la Unión Africana.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a los dos generales a cesar de inmediato las hostilidades
, que podrían ser devastadoras para el país y toda la región
.
Los tres miembros africanos del Consejo de Seguridad (Ghana, Gabón y Mozambique) hicieron una declaración común al término de la reunión a puertas cerradas del Consejo de Seguridad en la que pidieron un alto el fuego inmediato
.